Una persona sufre ansiedad / EUROPA PRESS

Una persona sufre ansiedad / EUROPA PRESS

Vida

El tratamiento perverso del suicidio: “Hay que informar sin dar detalles”

Los especialistas en salud mental censuran los datos morbosos que varios medios han desvelado sobre la muerte de Verónica Forqué

16 diciembre, 2021 00:00

El reciente suicidio de Verónica Forqué ha hecho correr ríos de tinta. A las pocas horas de conocerse su muerte, los medios se hicieron eco del método y lugar que la actriz eligió para quitarse la vida con todo detalle.

Los expertos en salud mental advierten del peligro que entraña la banalización de un problema hasta ahora invisibilizado y recuerdan que, lejos de aportar un beneficio al cuidado de esta parte del bienestar humano, se puede producir el efecto contrario. Aunque coinciden en que hablar de foma abierta del suicidio no tiene una incidencia directa en un aumento de los mismos, denuncian la perversión de un fenómeno que hasta hace pocos años era un tabú.

Los límites del debate

“La cuestión no es hablar o no hablar, sino cómo se hace. Se puede informar sin transgredir los límites”, asegura Eugenia Cid, presidenta de la Federación Europea de Psicoterapia Psicoanalítica. “Se habla con muy poco respeto del sufrimiento humano porque es difícil y una forma de escapar de él es precisamente banalizándolo”, asegura.

La psicoanalista considera que en los últimos años los medios de comunicación han pasado de un extremo al otro a la hora de informar sobre este fenómeno. “Como nunca se ha hablado de este tema públicamente, ahora lo hacemos a destajo. Indiscriminadamente. Sin un proceso reflexivo en el que se pondere el beneficio y el daño. Informar no significa desnudar. Un tratamiento público dañino del sufrimiento humano no contribuye en nada al cuidado de la salud mental. ¿En qué favorece a la comprensión de la salud mental dar detalles escabrosos? Además de una falacia, es perverso”, denuncia.

Prevencion de Salud Mental (ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD)

Los riesgos de ‘sobreinformar’

Guillermo Córdoba, coordinador del proyecto Periodismo Responsable de Papageno, la asociación de profesionales en prevención y posvención de la conducta suicida, comparte la misma premisa. “El debate no está en informar, está en cómo informar”, aclara. El experto, que defiende la contribución de los medios en cuestiones de prevención del suicidio, va un paso más allá y recuerda que en los casos en los que la víctima es una persona famosa, el tratamiento de la información requiere un tratamiento especialmente cauteloso para evitar un riesgo de efecto contagio por identificación.

“Si los medios ofrecen muchos detalles innecesarios y esta información se mantiene de forma prolongada en el tiempo estamos dando pistas sobre métodos efectivos que pueden llegar a personas que tienen o han tenido pensamientos suicidas”, continúa el experto. Aunque no se puede establecer una relación causa-efecto, la reiteración de una determinada información puede producir un estímulo o una identificación con la persona fallecida.

Huir de asociaciones simplistas

“Evidentemente, si se trata de una persona muy conocida, va a tener un mayor impacto social y más todavía en una persona con unas estructuras mentales frágiles, pero no se puede establecer una causa directa entre dos suicidios”, puntualiza Eugenia Cid. “Hay tantos suicidios diferentes como personas, la generalización es otra forma de banalizarlo. Hay suicidios psicóticos, suicidios depresivos… no es lo mismo un suicidio en la adolescencia que en la edad adulta, tiene un significado psíquico muy diferente. Es una cuestión mucho más compleja”.

Verónica Forqué /EP

Verónica Forqué /EP

En la misma línea Córdoba incide en que asociar el suicidio de Forqué a su paso por Masterchef es reducirlo a una asociación demasiado simplista. “A veces se vincula con un episodio de bullying, con un desahucio, con una depresión… No es cierto, siempre son varias causas las que llevan a alguien a quitarse la vida”, incide. En el caso de la actriz ha sido su última aparición pública, en el reality de cocina --que abandonó de manera brusca asegurando que tenía que parar-- el último recuerdo que el público conserva de ella, por eso se ha establecido esta asociación.  

Un fenómeno multifactorial

“Hay que aportar contexto y recordar que el suicidio siempre se produce por varias causas”, continúa Córdoba. En su caso concreto había sufrido una fuerte depresión, había padecido un duelo especialmente difícil, una separación y era consumidora habitual de cannabis, uno de los factores de riesgo. “Los expertos debemos aportar este contexto, recordar que confluyen varias causas para que las personas de la calle no hagan esta asociación: ‘Verónica Forqué sufría depresión, como yo, no encontró la salida y se ha suicidado’. Tenemos que hacerlo para que no se produzca esta identificación”, reitera.

“Forqué irrumpió en una España retrógrada y gris y aportó mucho a la cultura de este país. Hay que resaltar su contribución artística y su pérdida, pero no convertir su muerte en un reality show, en una continuación de su paso por Masterchef. Se puede tratar, pero siempre desde el respeto. Es más interesante pensar qué le habrá pasado para llegar a esto que contribuir a la toxicidad. Y, a todo esto, ¿alguien le ha consultado a la familia sobre desvelar algo que pertenece a su privacidad e intimidad?”, plantea Eugenia Cid. “¿Con qué finalidad se han publicado los detalles de su muerte si no con un uso perverso? Hay que hablar de la salud mental, sí, pero no de una forma tan banal, tan superficial, tan de Facebook”, remata.

Evitar la romantización

Guillermo Córdoba recuerda también el especial cuidado que la prensa debe tener a la hora de desvelar el lugar en el que se ha producido un suicidio. Los medios, dice, han tendido a romantizar este fenómeno y han contribuido a la mitificación de lugares como el viaducto de Segovia en Madrid, el Golden Gate en San Francisco o el bosque Aokigahara en Japón.

Por otro lado, cuando se trata de una persona famosa, si el tratamiento informativo no es el adecuado, sí que se ha observado un incremento de los suicidios por imitación. “Sucedió tras la muerte de Antonio Flores y más recientemente con Robin Williams”, recuerda.

Educar a la población

Desde el punto de vista del experto, sería mucho más beneficioso para el cuidado de la salud mental que desde los medios se educara a la población sobre los factores de riesgo (adicciones al alcohol y a las drogas, falta de horarios de sueño) y sobre las señales de alerta (ausencia de planes de futuro, preparar un testamento de forma prematura o hacer entrega de las pertenencias), que ofrecer detalles irrelevantes.

En este sentido, Córdoba solicita que desde los medios se ofrezcan herramientas y recursos de ayuda para frenar este fenómeno y recuerda que, al igual que todos nos hemos familiarizado con el 016 –el teléfono para víctimas de violencia de género– las personas que lo necesiten pueden llamar al teléfono gratuito de prevención del suicidio 900 925 555 durante las 24 horas del día.