Las familias alertan de la falta de privacidad en la vacunación Covid de los niños

El miércoles arrancará la vacunación contra el Covid de los niños de entre cinco y 11 años, una campaña que el Departamento de Salud ha decidido que se lleve a cabo bajo cita previa en puntos de vacunación en lugar de en los colegios, como se hace en otras comunidades autónomas. Esta decisión ha sido bien recibida por los sindicatos porque, así, pueden ir acompañados y “si alguno no se vacuna quedará en la intimidad, pues el alumnado no tiene por qué saber quién se ha inmunizado”. Así lo ha expresado a Crónica Global la portavoz de USTEC·STES, Iolanda Segura, cuya visión también comparten UGT y CCOO.

No obstante, desde la Asociación Federada de Familias de Alumnos de Cataluña (aFFaC) no opinan lo mismo. Su presidenta, Belén Tascón, ha alertado a este medio de la “falta de privacidad” en la vacunación infantil, puesto que “en algún momento los docentes conocerán dicha información para controlar las cuarentenas”. Y es que, el pasado 14 de septiembre, el Govern aprobó un decreto ley para facilitar que los centros reciban estos datos a través de la aplicación Traçacovid, que mide la incidencia en los colegios, para saber quién debe confinarse y quién no cuando se dé un positivo en el aula.

Temen que haya discriminación

En esta línea, desde la entidad subrayan que “estos datos médicos solamente deberían ser consultados por personal sanitario”. Teniendo en cuenta que esto no es así y que, al fin y al cabo, son criaturas que hablan entre ellos y terminarán comentando quién ha recibido las dosis, temen que aparezca “algún tipo de discriminación entre los niños vacunados y los que no lo estén”.  

En caso de que esto ocurra –como ha sucedido entre algunos adultos por las polémicas alrededor de la vacunación contra el virus–, Tascón considera que sería injusto para estos menores porque es una decisión que habrán tomado sus padres: “Ellos solamente reciben las consecuencias”.

Una niña durante su vacunación contra el Covid en Estados Unidos / Paul Hennessy - DPA (EP)

“Políticas muy adultocéntricas”

Así pues, la presidenta de la aFFaC critica las políticas que se siguen en lo relacionado al coronavirus, pues las considera “muy adultocéntricas”. Es decir, cree que desde las administraciones públicas se tiene una visión de la pandemia con una “supremacía de los adultos”, mientras que los menores “parece que no la sufran y cargan con todos los costes, a pesar de que ellos no la sufren de forma tan grave”.

Para justificar estas palabras menciona el ejemplo del uso de las mascarillas: mientras los adultos pueden ir sin ella por la calle, los niños y adolescentes deben seguir llevándola en el patio del colegio si se juntan con otros grupos. “Se les pone más barreras y esto hará que les cueste mucho más el aprendizaje, por lo que nos gustaría que se reflexionara sobre hacia dónde vamos y si estas políticas realmente son adecuadas”, añade Tascón.

Poca confidencialidad en la pandemia

Aunque desde CCOO ven “positivo en muchos aspectos” que se inmunice a esta franja de la población en vacunódromos para evitar el alboroto que se forma en los colegios y permitir a estas criaturas acudir en compañía de su padre, madre u otro familiar, reconocen que el problema de la privacidad existe. La responsable de salud laboral del sindicato, Mirnaya Chabás, ha explicado a este medio que “la confidencialidad se ha roto bastante en todos los aspectos durante la pandemia”.

Aun así, considera que hay otro problema mayor que debe prevalecer en toda esta situación, que es el de controlar la epidemia de la forma más sencilla posible: “Este tema nos genera inquietud, pero llevamos casi dos años con el Covid-19 y, antes que preservar la intimidad de todo el mundo, se debe velar por el control de la pandemia”.

Permisos laborales para acompañar a los hijos

En esta línea, la aFFaC considera que inmunizar a los menores en puntos de vacunación en lugar de en las escuelas no es sinónimo de proteger la privacidad. Además, aunque deja claro que “la decisión de inmunizar a los menores la debe tomar Salut”, destaca que el hecho de que se haya querido poner en marcha a pesar de que éstos niños apenas sufren síntomas del virus es un ejemplo más del adultocentrismo porque se piensa más en las consecuencias para los mayores que para ellos. 

Por su parte, desde CCOO confían en que la vacunación infantil obtenga “una buena respuesta para que todas las criaturas se protejan lo antes posible”. Asimismo, piden que se pongan los mecanismos necesarios para que todas las familias puedan acceder a esta oportunidad, así como que “las empresas emitan permisos para que los padres y madres puedan acompañar a sus hijos”, algo a lo que el Govern no ha hecho referencia.