Julio, padre separado: "Los juzgados han legalizado el secuestro de mi hija" a manos de su madre
El progenitor de la niña de 6 años desaparecida en Caldes de Montbui había advertido sobre la posibilidad de que su exmujer se llevase a la pequeña
15 septiembre, 2021 20:52Julio Quezada no tiene noticias de su hija, Camila, desde el pasado 31 de agosto. Este padre separado asegura que su exmujer la ha "secuestrado" y sospecha que se ha llevado a la menor, de 6 años, a Rusia, su país de origen. Hasta esa fecha, residía en Caldes de Montbui (Vallès Oriental).
“No sé qué sería capaz de hacerle a mi hija para que no la tenga”, comenta Quezada sobre su expareja en Crónica Global. Además, recuerda que ya advirtió de que a Camila “se la iban a llevar” sin que nadie respondiera a sus avisos y señala a la justicia por haber permitido que esto sucediera: “Los juzgados han legalizado el secuestro de mi hija”, acusa.
Denuncias por maltrato
Los hechos se remontan a 2017. Tras el divorcio de la pareja, el padre pidió la custodia compartida, pero la madre se negó. “A partir de ese momento mi exmujer empezó a someterme a una serie de denuncias: al principio fueron por maltrato psicológico, luego físico y, por último, me acusó de abusar sexualmente de mi hija”.
En total, fueron cuatro intentos de orden de alejamiento que el juzgado de Granollers desestimó por falta de pruebas. Según la versión del padre, todos los informes judiciales se han posicionado a su favor y las denuncias por presuntos malos tratos han sido archivadas por falta de evidencias. “He gastado 50.000 euros en procesos judiciales para protegerme y proteger a mi hija”, subraya.
Incumplimiento del régimen de visitas
El mismo año en el que la pareja se separó, Quezada pasó 26 días sin ver a Camila. Según él, la madre la tenía escondida y solo se reencontraba con la pequeña en los juzgados. “Ya entonces advertí a las autoridades de que mi mujer estaba amenazándome con llevarse a mi hija”. En otra ocasión, afirma, localizó a la niña “llamando a todas las escuelas del Vallès” hasta que la encontró en Parets. El denunciante comenta que nunca se cumplió el régimen de visitas y se queja de la falta de regulación.
Con el estallido de la pandemia del coronavirus, Camila hizo la cuarentena en casa de la madre. A pesar de que el juez había decretado la custodia compartida, ella ponía excusas para evitar que Quezada visitase a la menor. Cuando los contagios empezaron a bajar, el padre le pidió reanudar los encuentros. En ese momento, la madre lo denunció por, presuntamente, abusar sexualmente de la menor e interpuso una orden de alejamiento que se denegó.
"Fui juzgado dos veces"
Después de que el juez de Granollers desestimara la última orden de alejamiento, Quezada fue “juzgado por segunda vez en Barcelona” por el mismo motivo, algo de lo que avisó al magistrado y que este ignoró: “Aceptó una orden de alejamiento [de tres meses] de unos hechos que ya se habían juzgado”, que finalizó el 31 de agosto. A partir de este día, la custodia pasaría a ser compartida, pero Camila y la madre desaparecieron.
Durante todo este proceso, desde los juzgados hicieron varios informes psicológicos a la niña. Se determinó que la menor presentaba signos de haber sido coaccionada por su progenitora. Además, se valoró que el conflicto judicial entre los padres ponía a la pequeña en una situación de vulnerabilidad emocional y recomendaba reanudar las visitas con su padre, con quien se resolvió que existía una relación favorable.
Denuncia la desaparición
Cuando el 31 de agosto el padre fue a buscar a la niña a Caldes de Montbui, se encontró que no había nadie en el domicilio.
El padre ha interpuesto una denuncia por sustracción parental. Sospecha que tanto la madre como la niña están en Rusia, ya que la mujer había manifestado en varias ocasiones su intención de volver a su país de origen. Además, esta fue al consulado a hacerle el pasaporte de la niña sin el permiso de su padre.
"Avisé de que se la iban a llevar"
El padre de la niña teme por la seguridad de la pequeña: “Es capaz de hacerse daño ella y hacérselo a la niña”. Además, carga contra la justicia, a quien acusa de "permitir un secuestro": “Advertí hasta 30 veces de que se la iban a llevar y nadie me hizo caso”.
A pesar de la preocupación del padre, según los Mossos d'Esquadra se trata de un conflicto entre los padres por la custodia y la niña “no corre un riesgo criminal, por lo que el caso no ha generado alarma”. No obstante, informan de que se ha abierto una investigación.