Los desplazamientos diarios en patinete eléctrico en Barcelona ascendieron a los 50.000 diarios, según la Encuesta de Movilidad en Día Laborable de la ATM. Estos datos significan que este tipo de vehículo de movilidad personal (VMP) solo supone el 0,85% de los desplazamientos de la ciudad. Sin embargo, es el único medio de transporte que ha crecido. De forma concreta, el 17.7% en relación a los usuarios que tenía en 2019. El dato más preocupante es que el 94% de personas que lo utilizan incumplen la normativa de seguridad viaria.
Un 56% de los que van en patinete hace menos de un año que lo utilizan y su perfil es el de un jóven de entre 26 y 30 años --en el caso de los hombres--, y de entre 21 y 25, --en el caso de las mujeres--, según el estudio de RACC El comportamiento de los usuarios de VMP en Barcelona. El documento divide la capital catalana en tres grupos. Las zonas de mayor densidad de tráfico de patinetes son la avenida Diagonal (entre la calle Caravel·la la Niña y Entença) y la Rambla de Guipúzcoa. De volumen medio es Travessera de Gràcia (entre Serdenya y Marina). Finalmente, la calle Gayarre, en Sants, o Rambla de Cataluña tienen poca presencia de este tipo de VMP.
Incumplimientos generalizados
Un 94% de los usuarios de patinetes eléctricos incumplen la normativa de velocidad, que establece que cuando se va por carril bici situado sobre la acera hay que circular a 10 km/h, mientras que el 97% si que acata el máximo de 25km/h que se establece para la circulación en calzadas. Por otra parte, los participantes en el estudio desconocen el 51% de las estipulaciones de la normativa que rige a los VMP en Barcelona. En este sentido, cinco de cada 10 no usa las luces ni lleva casco ni chaleco reflectante (esta última, una medida obligatoria para los patinetes más grandes o utilizados para actividades profesionales).
En la misma línea infractora, el 37% de los que van en patinete se saltan los semáforos en las calzadas transitables y un 22% no respeta los pasos de peatones. Además, el 29% circula contra dirección y en las Zona 30 van por las aceras, a pesar de tener permiso para circular por el asfalto. Como consecuencia de los datos de incumplimiento de la normativa, el 12% de los encuestados afirma haber sufrido accidentes con daños personales. El 45% de los siniestros han involucrado a otros patinetes o a ciclistas y el 26% a peatones.
Ahorro y comodidad
Los usuarios de patinetes eléctricos son trabajadores. El 89% de los desplazamientos son para actividades cotidianas como ir al lugar de trabajo, estudiar o hacer gestiones, entre otros casos. De los nuevos usuarios, el 24% iban antes andando y otro 18% en bicicleta y su paso al patinete se debe mayoritariamente (61%) a que es más rápido. De los que provienen del transporte público, que representan el 40% de los usuarios, se han pasado al patinete por motivos de ahorro y comodidad, el 38% y el 33% de forma respectiva. Entre los que antes se movían en coche, el 38% se ha cambiado por un tema también económico, pero el 23% para evitar problemas de estacionamiento.
El transporte intermodal aún presenta un porcentaje bajo de seguidores, dado que el 58% de los usuarios del patinete eléctrico asegura que no alternan dos formas de desplazamiento. Entre los que si optan por las combinaciones, el 18% conjugan patinete y andar o patinete y transporte público (24%). Los datos también demuestran que el coche no es un vehículo muy extendido entre los que van en patinete dado que, cuando se no se desplazan con su VMP, un 74% va en transporte publico y el 48% a pie.
Mejorar la convivencia
En el marco del aumento progresivo en el uso de los patinetes eléctricos para moverse por Barcelona, el RACC considera que se debe potenciar su uso, pero a la vez trabajar para minimizar las malas prácticas de los usuarios y mejorar la señalización. Se pide dejar claro quién tiene prioridad en cada momento. Una de las medidas que fija para reducir los problemas con los peatones es bajar los carriles en acera a la calzada y mejorar el diseño de la red viaria para que los que van en VMP no se vean obligados a circular por las zonas habilitadas para peatones en las calles en las que no hay carril bici.
Con el objetivo de mejorar la seguridad viaria, se propone hacer campañas de concienciación ciudadana sobre los elementos de seguridad activa, como el caso, y también establecer un seguro de responsabilidad civil obligatorio que cubra al propietario en caso de accidentes. En la misma línea, y para formar a las nuevas generaciones, se considera esencial impartir educación viaria en los colegios y que ésta incluya a los patinetes eléctricos.