La Unión Europea ha dado un toque de alerta al Gobierno y le pide “coherencia” en las restricciones de viajes que aplica dentro de España y con respecto a desplazamientos internacionales. El estado de alarma por la pandemia del Covid-19, vigente hasta el próximo 9 de mayo de 2021, delega las limitaciones de circulación y reunión a las comunidades autónomas, pero no afecta al régimen de fronteras ni impide la celebración de elecciones autonómicas.
Por ello, el cierre perimetral de Cataluña es efectivo para las franjas con Aragón y la Comunidad Valenciana, pero no con Francia ni Andorra (en este caso hay un acuerdo de movilidad entre la comarca del Alt Urgell y el país pirenaico). Este aislamiento es competencia del Estado. De esta forma, una persona que quiera viajar de la comarca del Baix Llobregat al Bages sin ir en el coche con su grupo burbuja no puede hacerlo, pero un francés puede sortear la frontera e ir a Roses (Girona), por ejemplo. Esto aplica a cualquier residente en un país de la Unión Europea (UE) o asociado.
PCR negativos
El requisito para entrar en el país desde un estado miembro de la UE es un PCR negativo, siempre que se acceda a través de un aeropuerto o un puerto marítimo. No obstante, además de ser controles aleatorios en su mayoría, si se accediera por carretera a través de la frontera con Francia o Portugal, no sería necesario ningún tipo de justificante antiCovid, hasta el viernes. Ayer sábado, el BOE recogió por sorpresa una nueva orden: prueba diagnóstica de infección activa para SARS-CoV-2 con resultado negativo, realizada en las 72 horas previas a la llegada de España, para los pasajeros procedentes de Francia también por vía terrestre.
Desde el 1 de julio de 2020, los viajeros que lleguen a España deben rellenar y firmar antes de la salida el formulario FCS asociado a su viaje, independientemente de su nacionalidad o edad, y sin cuarentena automática obligatoria, tan solo un control de temperatura al aterrizar o atracar en el país, según estipula el Real Decreto Ley 23/2020, de 23 de junio.
Viaje directo a Lyon, pero no a Jerez
Así, esta Semana Santa si viajáramos desde Barcelona en avión podríamos visitar por ocio Lyon (Francia), pero no Jerez de la Frontera (Cádiz). Esto se debe a las restricciones de movilidad interior, que el Gobierno delega en las autonomías, y al no haber cierre de fronteras. Una incoherencia que ya ha sido analizada por Bruselas, pero que el Ejecutivo ha salvado asegurando la dificultad de cerrar fronteras y el escaso riesgo por el bajo número de turistas que llegan. De esta forma, si queremos visitar una ciudad fuera de Cataluña, tan solo tendríamos que volar a un aeropuerto de otro país europeo, y hacer escala para coger otro avión a la ciudad final de destino en España.
Para viajar en avión, así como en barco, Portugal y Eslovaquia son los que tienen unas restricciones más leves por el Covid-19 en entrada y salida (aunque el país luso ha cerrado su frontera con España). El resto de los países de la UE y asociados exigen prueba PCR negativa, aunque existen excepciones como Dinamarca y Hungría que han blindado sus fronteras. La movilidad con el Reino Unido sigue restringida a casos imprescindibles tras su salida de la organización comunitaria.