España se vacía de niños
La natalidad cae a niveles del censo de Floridablanca, de finales del siglo XVIII, y amenaza la sostenibilidad de la población
21 marzo, 2021 00:00Cada vez menos padres y sus fiestas. La realidad es tan contundente, según los demógrafos, que los hijos nuevos van camino de una extinción. Los registros civiles avanzan que en enero de 2021 nacieron 24.061 niños, un 20% menos que en el de 2020, el mínimo en un mes desde 1941.
Los nacidos han caído a niveles de 1786 (censo de Floridablanca) cuando los españoles eran 10 millones de habitantes. Los menores de un año, según el INE, ya solo son 343.126 y los de hasta siete años apenas representan el 6,1% de la población frente al 18,2% del siglo XVIII.
Infecundidad imparable
Las tasas de fecundidad y natalidad llevan decenios en caída libre. Se sitúan por debajo de la Guerra Civil y la posguerra, cuando España estaba en situación muy precaria, con unos 20 millones de habitantes menos que ahora. Los expertos alertan de que cada año hay un déficit de 250.000 nacimientos para asegurar la sostenibilidad de la población.
Los bebés del Covid (engendrados desde marzo del 2020) están mostrando un desplome en toda Europa. Pero España lleva encadenando bajadas desde 1969, salvo ligeros repuntes de 1999 a 2008 debido a la aportación de los inmigrantes. Las españolas han ido teniendo menos hijos, hasta el punto de que casi un tercio de las nacidas en la segunda mitad de los 70 no serán madres.
Alarma demográfica
Si se pone el foco a escala autonómica, según Euorostat, varias comunidades españolas encabezan los rankings europeos de regiones más infecundas. Asturias es líder en el menor número de hijos por mujer, Canarias la segunda y Galicia la quinta.
El INE dio la alarma en 2017: el número de fallecimientos superó al de nacimientos. Registró un crecimiento vegetativo negativo de 31.245 personas. Esta situación no se producía desde hace 74 años, en plena Segunda Guerra Mundial. En 2019 los nacimientos sumaron 360.517. En 2020 serán 336.094 (datos provisionales), casi la mitad que en 1936. Récord superado.
Más viejos y sin nietos
La edad promedio de la población de España se ha situado en 44 años. En algunas provincias supera los 50. Los demógrafos lo atribuyen en un 75% a la caída de la natalidad y el resto a la mayor esperanza de vida. “Hace unos 50 años un abuelo tenía cuatro nietos. Ahora, un nieto tiene a cuatro abuelos”, resume como ejemplo de la evolución el sociólogo de la Universidad Complutense Juan C. Muñoz.
Otro dato inquietante: en 1976 había en España 2,5 menores de 21 años por cada mayor de 60. En 2018 bajó a 0,8 menores y en 2038 la relación será de 0,5 a 1, según las proyecciones de población del INE.
Riesgo de extinción
Más cálculos: si se mantuvieran de manera indefinida las tasas de fecundidad y mortalidad y no hubiera saldos migratorios netos del extranjero, España perdería hasta 2100 la mitad de sus 47 millones de habitantes actuales.
Aunque parezca increíble, los españoles corremos el riesgo de extinción, a pesar de la deslumbrante tasa de esperanza de vida: 80,9 años los hombres y 86,2 las mujeres. Por cierto, en 1860, el español vivía 29,1 años de media y hubo que esperar a 1930 para alcanzar los 50 años.
Más inmigración y ayudas
“La llegada de madres jóvenes de otros continentes superpoblados puede paliar el problema. También las ayudas a la natalidad similares a las de otros países europeos, que muestran un comportamiento reproductivo muy alejado”, comenta el profesor de Valladolid Miguel Pérez Mundiña.
Estudios CSIC y encuestas varias apuntan a la precariedad y la incertidumbre laboral y vital de los jóvenes como principal factor en la caída de la natalidad. También demandan una potenciación de la conciliación familiar y permisos de paternidad. Algunos expertos ven más importante facilitar que los jóvenes se emancipen antes. Hoy no lo ha hecho la mitad de menores de 30 años.
Maternidad cara
La paternidad es cara. Un reciente estudio de la OCU cifra en 642 euros el mes el coste de criar un bebé en el primer año, independientemente de los ingresos familiares. Suma cuna, cochecito, guardería, alimentos especiales y mayor gasto en vivienda o energía. La investigación añade otra clave: casi 8 de cada 10 mujeres aseguran que les fue imposible conciliar la atención del hijo con su trabajo y tuvieron que optar por dejarlo. Ese porcentaje se queda en el 1% en el caso de los varones.
Conclusión: faltan ayudas y medidas para fomentar la natalidad y “facilitar a los ciudadanos la crianza de sus hijos”. Un 37% de las familias con menos recursos --menos de 2.000 euros al mes-- consideran "difícil o muy difícil criar a un hijo".