Los jóvenes emprendedores avisan de que la precariedad laboral genera radicalidad
Un nuevo documental y un estudio de EsadeEcPol y la Fundación Friedrich Naumann abordan la situación social de las nuevas generaciones del sur de Europa
3 marzo, 2021 13:52Jóvenes emprendedores y representantes de entidades juveniles han alertado este miércoles de la creciente desafección y radicalidad en esa franja de edad debido a la precariedad laboral. Una cuestión que han debatido en la presentación de un estudio y un documental del Centro de Política Económica de Esade y la Fundación Friedrich Naumann sobre la situación económica y social de la generación nacida entre 1985 y 1995.
“La desafección es un caldo de cultivo para las protestas, que ahora tienen un caso muy concreto, pero que mañana puede ser otro” ha dicho en referencia a los disturbios de Barcelona Fernando Carruesco, presidente de Talento para el Futuro. Carruesco ha coincidido con Marta Ordeig, directora de Garage Stories, y Miguel Matellanes, presidente de la asociación Demos, en dos inquietudes: la falta de expectativas de futuro y el hartazgo de una generación que no se siente escuchada a pesar de estar implicada: “La juventud queremos participar”, ha reivindicado Matellanes.
Una creciente tensión social
Carruesco ha advertido que la falta de oportunidades para los jóvenes solo llevará a más polarización e incluso violencia en las calles: “Lo hemos visto en Chile y, o paramos esto, empoderamos a los jóvenes, o vamos hacia allí”, ha sentenciado.
“Llegará un momento en el que lo que está pasando en Barcelona pasará en Madrid, Santander… y nos preguntaremos qué pudo salir mal”, ha reflexionado el líder juvenil, que ha añadido que hace años que se alerta sobre la desafección que genera la falta de cambio y que las políticas se hagan sin contar con los jóvenes, cosa que a su vez también provoca desinterés político y desmovilización electoral.
Escasa influencia política
Por su parte, la periodista y exdiputada de Ciudadanos en el Congreso Aurora Nacarino-Bravo, que moderaba el debate, ha opinado que “se habla poco de los jóvenes” y cuando se hace es por temas como “las revueltas asociadas a Hasél”. Pero, según considera, “no se habla de los problemas” que les afectan, una cuestión que “ha quedado postergada en los programas” de los partidos políticos.
“Se les suele reprochar a los jóvenes que votan poco”, ha recordado Nacarino-Bravo, que ha comparado esta situación con la de los pensionistas: “Votan religiosamente y siempre los partidos estan muy int en satisfacer sus necesidades”.
Ingresos precarios
Uno de los datos más demoledores que arroja el estudio es que los jóvenes españoles tienen una capacidad de generar ingresos limitada a los 10.000 euros anuales de media, solo un tercio en comparación a los alemanes. “La crisis de la pandemia ha afectado particularmente a los jóvenes, se ha cebado con la destrucción de empleo con los trabajadores con contrato temporal, especialmente jóvenes, y hemos acumulado una deuda enorme que pagarán las generaciones futuras”, ha señalado el expolítico Toni Roldán, director de EsadeEcPol.
Y ello no solo tiene un impacto económico: “El gran daño es a nivel psicológico”, ha expresado Marta Ordeig. La fundadora de Garage Stories ha mostrado preocupación ante el hecho de que “esta desesperanza, cuando es un relato que se va repitiendo, acaba teniendo un efecto de ni siquiera lo intento porque es imposible”.
La doble crisis
El documental, titulado Generación Doble Crisis, refleja la crudeza de problemas, como el desempleo, que afectan más a los jóvenes del sur de Europa --en el film hay protagonistas españoles, pero también italianos o portugueses--. Aparecen también expertos como el politólogo Pablo Simón, que destaca que “el rostro de la pobreza se ha rejuvenecido” y que “desde que empezó la crisis del coronavirus, la mitad de los empleos que se han destruido han sido de menores de 35 años”.
Para David Henneberger, presidente de la Fundación Friedrich Naumann, “no es justo que un joven alemán tenga más oportunidades que un jóven español”. Sin embargo, el documental también se aferra a la esperanza que representan los fondos europeos y la misma crisis como posibles oportunidades de cambio.