Los catalanes se ven obligados a esperar una media de 223 días hasta que finalmente les operan, de acuerdo con los datos aportados por el Defensor del Paciente en su memoria anual de 2020. De esta forma, la comunidad es la segunda con más retraso medio, solo por detrás de Castilla y la Mancha, con 269 jornadas de demora.

El Defensor del Paciente ha recibido 1.444 denuncias y reclamaciones desde los diferentes centros sanitarios de Cataluña. De todas ellas, 1.175 provenían del área de Barcelona, 161 de Tarragona, 68 de Girona y 44 de Lleida. Los hospitales con más quejas han sido Bellvitge, Vall d’Hebron, el Clínic, el Germans Trias i Pujol (Can Ruti) y Sant Pau.

Todo por la pandemia

La memoria expone que la irrupción de la pandemia provocó un terremoto en la organización de los hospitales, que principalmente durante la primera ola de marzo suspendieron la actividad quirúrgica no urgente y también las consultas externas. En Cataluña, las operaciones en las que hay más demora son las de rodilla, las de prótesis de cadera y las oftalmológicas, con hasta cinco meses de espera. En este sentido, las especialidades con más quejas han sido: cirugía general, traumatología, urgencias y ginecología y obstetricia.

Sin embargo, en el podio se encuentran las intervenciones en los juanetes y las vasectomías, por las que los pacientes pueden llegar a esperar hasta un año. Se trata de operaciones que, aunque no son de vida o muerte, pueden ser especialmente molestas, y más si se prolongan en el tiempo, hasta el punto de que el paciente se ve obligado a aprender a convivir con ellas.

Falseo de datos

El Defensor del Paciente es consciente de los grandes contrastes que hay entre unas comunidades autónomas y otras, aunque todas han pasado por la misma crisis sanitaria. La asociación pide al Ministerio de Sanidad que audite los datos de los diferentes territorios para verificar su autenticidad.

Destaca el caso de la Comunidad de Madrid. El tiempo medio de espera para ser operado es de 42 días, con 60.615 personas en lista. El Defensor del Paciente determina que estos datos no son verosímiles, en el marco del contexto sanitario en el que se encuentra esta autonomía.