La ciudad de Barcelona se calienta con el paso de los años. En el año 2020 que ya hemos dejado atrás la temperatura media de la capital catalana ha sido la más alta registrada desde el año 1780, con una media de 16,8°C.
Las precipitaciones también han experimentado un incremento desde esa época, a un ritmo de 4,7 litros más cada década, con un aumento global del 15%.
Crecimiento sostenido
La ciudad condal se ha calentado +0,08°C cada decenio desde hace 240 años. De esta forma se ha producido un crecimiento de 1,8°C en la temperatura media. Los expertos constatan que la incidencia del calentamiento global se hace especialmente patente desde 1980, con “señales” climáticas comunes en las series de otras localizaciones de todo el mundo.
El año que se acaba de dejar atrás ha batido todos los récords, con una anomalía térmica de +1,2°C, respecto a la temperatura habitual. Por su parte, el 1816 representó la desviación negativa más abultada, con -3°C.
Diferencias entre estaciones
La estación veraniega registra el aumento térmico más elevado, con +0,10°C por década. El verano más anómalo fue el de 2013 con una desviación de +3,7°C. En cuanto a la estación de las flores, la progresión en la temperatura ha sido de +0,07°C, una variación que escala en una centésima en otoño, con +0,08°C por década.
El invierno es la época en que la temperatura ha crecido en menor medida, con +0,06°C cada diez años. La estación más fría desde 1780 fue la de 1829, con una anomalía de -3,6°C. La estación intermedia más cálida de la que se tiene constancia queda más cerca. En 2011 el mercurio otoñal fue 2,1°C más elevado que la media, mientras que la primavera más fría data de 1837, con -4,0°C.
15% más de precipitaciones
Durante el transcurso del periodo 1787-2020, la precipitación media anual de Barcelona ha sido de 582 litros por metro cuadrado. Concretamente, las lluvias han crecido de forma progresiva a un ritmo de 4,7 litros más por cada década.
El año más pasado por agua fue 1971, con un registro de 1.222,5 litros acumulados, y el más árido 1817, en el que se contabilizaron 215,6 litros de precipitaciones.
2020 por encima de la media
El año 2020 se ha quedado lejos del pódium de registros pluviométricos, pero se ha situado por encima de la media. De esta forma ha sido el cuarentavo más lluvioso desde 1787, con 723,5 litros de agua caídos. Donde si ha conseguido el primer puesto es en las precipitaciones registradas durante la primavera. La estación de las flores del año pasado fue la más húmeda de los últimos 233 años.
En invierno, depende del clima, pero suele llover más. En este sentidos, las épocas frías iniciadas en 1943 y 1971 fueron las más lluviosas y calcularon más de 450 litros de agua acumulada en los 88 días que duró la estación.
Sequía entre 1810 y 1840
Durante estos 30 años las precipitaciones registradas cayeron de forma sustancial, especialmente durante los otoños, épocas especialmente lluviosas en la zonas de clima mediterráneo, pero también durante los inviernos.
Este comportamiento climático tiene su explicación en la conjunción en poco tiempo de diversas erupciones volcánicas tropicales de gran impacto.