Tomadura de pelo del Govern: amenaza por enésima vez con unas restricciones que se quedan en el aire

Nueva tomadura de pelo del Govern, y con media hora de retraso sobre la hora prevista. La consellera de Salut, Alba Vergés, ha anunciado este lunes que la Generalitat rompe con Ferrovial y que lanza un nuevo sistema de rastreo del Covid-19 en Cataluña. Todo ello, en una rueda de prensa en la que se preveía el anuncio de nuevas restricciones para Nochevieja, como el adelanto del toque de queda (fijado para la una de la madrugada en Fin de Año).

Esta era una de las medidas esperadas para contener el avance del virus en el territorio, con las que había amagado el titular de Interior, Miquel Sàmper, y que han quedado en una simple amenaza. Así, la reunión del Procicat ha culminado esta mañana sin novedades por lo que respecta a la movilidad u otras limitaciones para las celebraciones navideñas, a pesar de que tanto los contagios como el riesgo de rebrote siguen al alza en la comunidad.

El Govern aborta el endurecimiento de restricciones

Preguntada sobre la cuestión, Vergés ha señalado que la Generalitat "no descarta nada", pero que hoy por hoy las medidas previstas "siguen vigentes". Es decir, las reuniones en fechas como el 31 de diciembre podrán ser de hasta 10 personas --de dos "burbujas" diferentes-- y el toque de queda se alargará hasta la una de la madrugada.

"El 21 de diciembre ya tomamos medidas pensando en estas fechas y transmitimos a la sociedad que estas fiestas debían ser diferentes a las de otros años", ha incidido la titular de Salut. Pero la realidad es que en esa fecha el Govern anunció una reducción de media hora en el toque de queda previsto --de la una y media a la una de la madrugada-- y el cierre de bares y restaurantes a las tres de la tarde. Limitó así la actividad de la restauración a comidas para llevar o a domicilio para el servicio de cenas.

Movilidad, ¿restringida?

No así la movilidad. Pese a que la Generalitat fijó los desplazamientos permitidos al ámbito comarcal, las excepciones a la norma hacen que, en realidad, se permita el tránsito por todo el territorio. Y es que los catalanes pueden desplazarse para acudir a segundas residencias, visitar a familiares o a alojamientos turísticos. Unos supuestos difíciles de comprobar y que, por tanto, avalan, prácticamente, la libre circulación.

Por lo que respecta al anuncio del Govern de esta mañana, se ha limitado a la extinción del contrato con Ferroser, filial de Ferrovial. Ahora será la Agencia de Salud Pública de Cataluña la que asumirá los rastreos del virus en el territorio. Lo que Vergés ha definido como "una nueva etapa de la gestión de la epidemia".

Contrato polémico con Ferroser

Dicho contrato, suscrito por el --ente público-- Sistema de Emergencias Médicas (SEM) el 29 de mayo, mediante procedimiento de emergencia, ha sido foco de polémica durante los últimos meses. Y es que el pleno del Parlament instó al Govern --mediante una declaración-- a rescindirlo, e incluso el Síndic de Greuges abrió una investigación de oficio sobre el asunto.

El contrato, según Salut, finaliza ahora de "de forma acordada entre las partes", con lo que, al no ser una "rescisión", sino una "finalización", "no da lugar a una indemnización" de la Generalitat a la empresa. Es así por una de sus cláusulas, la que indicaba que podría romperse el acuerdo al inicio de la vacunación en el territorio.

Sàmper habla del tráfico

Por su parte, Sàmper se ha limitado a detallar las cifras de tráfico durante el pasado fin de semana. Ninguna mención al anuncio, finalmente abortado, de nuevas restricciones en Nochevieja para frenar los contagios en el territorio, que se queda en otra amenaza del Govern que no se concreta.