Instituto Guttmann hace negocio con los enfermos que han pasado el Covid
La fundación ofrece rehabilitación privada contra las secuelas del coronavirus por 1.675 euros; sortea la larga lista de espera de la sanidad pública en Cataluña
23 diciembre, 2020 00:00El Instituto Guttmann hace negocio con los enfermos que han pasado el Covid. La prestigiosa fundación especializada en rehabilitación ha preparado un programa asistencial privado con un coste de hasta 1.675 euros que permite a los pacientes que sufren el llamado Covid persistente o long Covid saltarse la larga lista de espera de la sanidad pública en Cataluña.
Lo han denunciado fuentes del sector, que han aportado pruebas del equipo de admisiones de Guttmann. En las mismas, los comerciales de la fundación ponen precio a la admisión en el programa de rehabilitación para las secuelas del coronavirus: 375 euros la evaluación inicial y entre 800 y 1.300 euros el tratamiento de abordaje integral para dejar atrás los efectos a largo plazo de la infección que provoca el virus SARS-CoV-2.
La sanidad pública, desbordada
El negocio de Guttmann con los enfermos posCovid, patología que se alarga durante meses, sería una oferta más del mercado sanitario salvo por un extremo: la fundación, teóricamente sin ánimo de lucro, se beneficia de la larga lista de espera que tapona la sanidad pública. Ello es así porque el Covid persistente es aún una enfermedad relativamente nueva, y pocos hospitales tienen habilitados programas para su tratamiento integral. Este centro sí, es uno de los que presenta mayor excelencia con patologías de este tipo.
Pacientes de covid-19 con síntomas persistentes se organizan mundialmente / AFP
También se aborda en el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), también conocido como Can Ruti. La neonata Unidad del Covid Persistente, que lideran las investigadoras Lourdes Mateu y Marta Masanella, lidia con un alud de peticiones de pacientes que libran una batalla con las secuelas del Covid, afección que desarrolla en torno al 15% de los infectados con el patógeno.
Circuito privado por 1.675 euros
Ante la avalancha de demandas de tratamiento en Can Ruti, el Instituto Guttman ha habilitado un circuito privado de atención. Preguntada por la cuestión, una portavoz de la fundación ha asegurado que esa unidad atiende solo "las consecuencias del confinamiento", algo que desmiente la documentación obtenida por este medio.
Lo factual es que el tratamiento privado del Covid persistente de Guttman sortea la larga lista de espera que acumula el Instituto Catalán de Sanidad (ICS) en Can Ruti. Abonando entre 1.375 y 1.675 euros se logra atención integral contra las secuelas del Covid-19, aunque solo en el centro Guttman de Barcelona, no el Hospital Guttman de Badalona, especializado en neurorrehabilitación.
Cobra también del CatSalut
Esta peculiar división de hospitales de Guttman provoca que el instituto capture la demanda privada para tratarse de las secuelas del Covid, pero también la pública. La Unidad de Covid Persistente de Badalona deriva enfermos públicos a Guttmann. En teoría, estos pacientes son facturados al Servicio Catalán de Salud (CatSalut), en el marco del concierto anual entre las dos partes, que totalizó 17,32 millones en 2019, según la memoria anual del centro [consultar aquí].
La operación sanitaria que preside Francesc Homs Ferret mediante una fundación privada tiene atenazado el mercado de las secuelas del Covid. Lo hace por partida doble: facturando al CatSalut en Badalona y aceptando pacientes privados en Barcelona ciudad.
Negocio viento en popa
Sea cual fuere la estrategia de mercado de Guttmann, lo cierto es que se trata de un negocio sanitario boyante. Ingresó 27,14 millones de euros por actividad en 2019, último ejercicio cerrado, lo que significa un aumento del 8% año a año. El resultado neto del grupo fue de 524.556 euros el mismo año, un descenso del 66,43% con respecto a 2018. Su principal cliente es en efecto el CatSalut, que aporta el 67% de los ingresos por ventas.
Al frente de la gestión figuran Francesc Homs Serret, presidente del patronato del instituto y, antes, consejero de Economía y Hacienda en los gobiernos de Jordi Pujol en la Generalitat de Cataluña (2001-2003) y diputado en el Congreso por CiU (1987-1999). Es vicepresidente del patronato Salvador Alemany, presidente de Saba Infraestructuras, y figura como secretario Josep Arcas, expresidente de Nestlé España y máximo directivo de la Fundación IQS. Josep María Ramírez, gerente desde 1990, pilota la pata asistencial de la fundación.
Esta información se ha elaborado sin la versión del Departamento de Salud y el Hospital Germans Trias i Pujol, que no han contestado a los requerimientos informativos de este medio.