La Generalitat lleva recaudado un millón de euros en multas por el incumplimiento de las restricciones anti-Covid. Y eso que, según el conseller de Interior, Miquel Sàmper, se han tenido que poner en una etapa en la que ha primado la pedagogía sobre la normativa sancionadora.
Sàmper ha explicado que las multas “son muy altas”, ya que van desde los 300 hasta los 600.000 euros. “No nos va a temblar el pulso a la hora de imponer sanciones”, ha avisado. Por ello, el conseller ha hecho un llamamiento a la responsabilidad individual, a la vez que ha confirmado que se reforzará la presencia policial para velar por el cumplimiento de los protocolos.
Incumplimientos
Desde el 16 de octubre pasado, los cuerpos policiales han interpuesto 780 denuncias al sector de la hostelería y la restauración. La mayoría de ellas por incumplir el confinamiento nocturno o por haber permanecido abiertos a pesar de la prohibición.
“No sabemos si estas normas son las más acertadas, pero sí son las más equilibradas en cuanto a salud, economía y desgaste emocional”, ha manifestado Sàmper para referirse a las nuevas restricciones que el Govern ha fijado este viernes.
El gremio se defiende
En cambio, el Gremio de Restauració de Barcelona las ha interpretado como una "declaración de guerra". Su presidente, Roger Pallerols, habla de que los incumplimientos “son residuales” e insiste en que “en un sector tan amplio, la mayoría están cumpliendo”.
Apenas cuatro semanas después de haber abierto de nuevo sus locales, los restauradores vuelven a verse en la diana por el repunte del virus y es a su sector a donde se han dirigido la mayor parte de las limitaciones impuestas por el Govern. “Vamos a sufrir un alud de cancelaciones”, ha lamentado el representante del gremio.