Vecinos del Bon Pastor se quedan tres noches sin luz por un fallo del ayuntamiento
Culpan a la entidad municipal del corte de electricidad que dejó a oscuras las escaleras e inutilizó el ascensor de dos bloques habitados mayoritariamente por personas octogenarias
15 diciembre, 2020 00:00Vecinos del barrio de Bon Pastor se han pasado tres días y tres noches sin luz en las zonas comunes porque, según denuncian los propios inquilinos, la propietaria de los bloques, el Institut Municipal de l'Habitatge i la Rehabilitació (Imhab), no corrió con los gastos de electricidad. Las protestas de la asociación Avis del Barri propiciaron que el problema se solucionase a las 72 horas y los residentes aseguran que es la entidad dependiente del Ayuntamiento de Barcelona la que se debe hacer cargo de pagar la luz comunitaria.
Se trata de dos edificios de viviendas de protección oficial (VPO) de la calle Biosca, pertenecientes a la tercera fase de la remodelación de las llamadas casas baratas del barrio de Bon Pastor, en el distrito de Sant Andreu. El número 23 sufrió un inesperado desabastecimiento de luz durante tres días, dos en el caso del número 21, provocando problemas muy graves en dos comunidades en las que predominan personas de avanzada edad. La falta de electricidad dejó inutilizados los ascensores, de modo que ha convertido en un auténtico infierno la vida de los vecinos, muchos de ellos octogenarios.
A oscuras por las escaleras
En una época del año en que oscurece antes de la siete de la tarde, la rutina de subir o bajar de la vivienda a la calle ha generado una situación realmente peligrosa para las personas mayores, que han tenido que tomar las escaleras de un bloque de cinco plantas con una linterna como única forma de alumbrarse.
Según las quejas de los vecinos, durante esas noches sin luz en las zonas comunes, las personas que allí viven han sufrido una serie de problemas. Se han dado casos incluso de alguna persona que ha caído por las escaleras, aunque por suerte no se han producido daños personales importantes.
El Ayuntamiento se desmarca
Según explica Luis Fernández, miembro de la Asociación de Vecinos del Bon Pastor, el Convenio de Remodelación de las antiguas casas baratas del Bon Pastor obliga al Ayuntamiento a hacerse cargo del coste de los gastos de comunidad durante diez años (hasta 2027) de estos bloques de viviendas de protección oficial (VPO). Concretamente, expone que los vecinos no pagarán ninguna cantidad en concepto de comunidad. También denuncian que Lucía Martín, concejal de Vivienda, no asuma su responsabilidad.
En el Imhab tienen otra versión de lo que ha podido pasar, que no desmiente sin embargo a los inquilinos. Desde el consistorio explican a Crónica Global que durante el puente se produjo una incidencia entre la compañía eléctrica y la administración de la finca. Aseguran que el problema "no es imputable" al Ayuntamiento e insisten en que la incidencia se resolvió rápidamente y el servicio se restableció con prontitud. Lo cierto es que los vecinos del barrio aseguran estar cansados de los continuos problemas que padecen no sólo en estos edificios sino en toda la zona. Lamentan la inacción del consistorio liderado por Ada Colau ante la okupación de las casas baratas que aún no han sido demolidas y que están generando mucha inseguridad en el barrio.
"No pagan"
Joaquín Jodar, vecino y miembro del Grupo de Afectados de la Remodelación del Bon Pastor, se encontró con una sorprendente respuesta de la Gestoría Brunet, que es la designada por el consistorio para gestionar esta comunidad de vecinos. “Es que no pagan”, le dijeron cuando fue a reclamar por el desabastecimiento eléctrico.
Los vecinos esgrimen que han sufrido un corte de luz pese a estar al corriente de pago de sus alquileres porque alguien no ha cumplido con sus obligaciones, cuando es notoria la connivencia del consistorio con el colectivo okupa. No en vano, el Tribunal de Cuentas llegó a abrir una investigación porque al parecer el Ayuntamiento pagaba la factura de la luz a los okupas que ocupaban ilegalmente el edificio Transformadors en el Eixample, de propiedad municipal, que tenía que destinarse a construir un equipamiento para la tercera edad.
Abandonados
Lo que empezó en 2007 como el principio de una mejor vida para muchos vecinos de las casas baratas del Bon Pastor no ha sido más que un interminable vía crucis. Se sienten abandonados. Incluso tuvieron que denunciar al ayuntamiento porque les cobraba el alquiler de las casas baratas cuando la ley ya no se lo permitía.
Desde que los primeros inquilinos comenzaron a habitar las viviendas de la primera de las cinco fases de las que consta el proyecto, los problemas se han ido encadenando de tal modo que tantos años después, y de tantas fases concluidas, todavía se siguen acumulando.
Mala ejecución de las obras, materiales inadecuados, corrosión, paredes agrietadas son sólo algunas de las incomodidades que tienen que soportar personas que ya venían de sufrir contratiempos por las humedades y pocas condiciones de habitabilidad.