Volver a casa por Navidad es uno de los momentos más esperados para todos aquellos estudiantes que cursan sus estudios lejos de sus hogares. Según los últimos datos reflejados en el informe La universidad española en cifras, 515.959 alumnos de grado están matriculados en centros de otras provincias o autonomías.

Es de esperar que para las fiestas buena parte de ellos quieran regresar a sus tierras, y este movimiento implica un reto para las autoridades sanitarias, que plantean la posibilidad de hacerles PCR opcionales para garantizar que el coronavirus no contagie la alegría navideña. Y es que este año la vuelta a casa se hace en un contexto de pandemia mundial.

 

 

Los estudiantes, deseando volver a sus casas por Navidad / RTVCE

Las cifras de movilidad

El estudio de la Fundación Conocimiento y Desarrollo indica que el 90% de los centros universitarios españoles se encuentran entre el 5% de los mejores del mundo. A pesar de esta situación, hay muchas carreras que no se realizan en todas las facultades, por lo que aquellos que quieren cursarlas deben desplazarse.

En la edición del curso 2018-19 del informe Datos y cifras del sistema universitario español se muestra un gran trasiego estudiantil entre autonomías. Por ejemplo, el 23% de los pupilos de Baleares cursan sus carreras en Cataluña o el 26% de los manchegos lo hace en Madrid. La capital de España es la mayor receptora de estudiantes, dado que asume, además, el 14% de los procedentes de Castilla y León y otro 12% de los extremeños.

Un estudiante en la Facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona (UB) en plena selectividad / EFE

PCR opcional

Las comunidades autónomas emisoras son conscientes del riesgo que implica el retorno navideño de los universitarios y algunos gobiernos ya han empezado a mover ficha. Es el caso de Baleares. El Ejecutivo autonómico informó que facilitará PCR gratuitas a todos los residentes que vuelvan a casa durante el puente. Esta medida se extenderá previsiblemente a navidades, ya que, según datos municipales, más de la mitad de la población de Palma tiene vínculos estrechos con la Península.

Otro caso es el de Canarias, que mientras la segunda ola está causando estragos en la mayoría de territorios, ha conseguido mantener a raya su situación epidemiológica. Por esta razón, también proporcionará testeos a todos aquellos que vuelvan a casa, tanto en origen, si se les permite, como a la llegada al archipiélago.

Sanitario realizando una PCR en Cataluña, donde las muertes por Covid-19 han sido hoy más de 100 / EP

Lo mismo va a hacer Andalucía. Se espera que en los próximos días las demás autonomías vayan anunciando sus protocolos, a raíz de la reunión que se celebró día 2 de diciembre en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

Volver a casa con miedo

A pesar de que en las últimas semanas el número de contagios entre los jóvenes se ha reducido de los 23.000 casos semanales a los 10.000, siguen siendo el colectivo que presenta una mayor incidencia. Esta circunstancia se asocia a una mayor relajación en el cumplimiento de las medidas de distancia social. Pero ahora que desean volver a sus hogares, tienen miedo de que el coronavirus pueda viajar en sus maletas.

“Volveré, claro, pero con miedo”, explica Joan Antoni, un joven mallorquín que estudia en la Complutense, y añade: “A los jóvenes nos han metido una presión enorme encima, parece que ahora que llega la Navidad, somos los únicos que vamos a regresar a casa”.

Estudiantes de bachillerato, quienes no podrán quitarse la mascarilla este martes, por lo que los sindicatos denuncian "descoordinación" / EUROPA PRESS

“Nos sentimos perseguidos”

Ante la propuesta que han hecho varias autonomías de realizar PCR a los que vuelvan, se pregunta: “Me parece bien, pero qué harán: ¿si damos positivo nos encerrarán en una habitación con candado durante todas las vacaciones?”. Para eso, “mejor que hagan la prueba en origen, porque si das positivo, pues te quedas en tu casa, y ya no te pagas un avión”, reflexiona Guillem, estudiante menorquín residente en Barcelona.

“Los jóvenes nos sentimos perseguidos y proscritos”, sentencia Iván, estudiante de arquitectura en Barcelona. “Me he topado con gente que cuando te ve por la calle, te esquiva, o te mira mal, como si tuvieras el coronavirus con una luz fluorescente encima de la cabeza”, explica.

Una estudiante preparándose para viajar / INTERMUNDIAL

Adiós al estigma

Algunos jóvenes consultados por Crónica Global reclaman, ante todo, que se les deje de estigmatizar. Dentro de ellos, dicen, hay gente que se comporta mal y de forma inconsciente, y otros que aplican el sentido común, como en todos los sitios y grupos.

Por esta razón, reclaman empatía: “Porque algunos hemos perdido seres queridos debido al coronavirus, y somos los principales interesados en no contagiarnos, ni a nosotros, ni a los demás”.