Recortes presupuestarios, abandono escolar, brecha digital y segregación definen la situación de la escuela pública catalana. El Covid ha acentuado problemas estructurales que han convertido el derecho a la educación en un privilegio. Representantes de asociaciones de padres, ONG y la oposición política advierten del aumento de las desigualdades y de la pérdida de capacidad del sistema educativo en generar movilidad social.
Belén Tascón, presidenta de Associacions Federades de Famílies d’Alumnes de Catalunya (AFFAC) considera que la pandemia “ha demostrado que se puede prescindir de la escuela. Los centros cerraron. Por tanto, la Administración considera que se puede renunciar a un derecho fundamental”. Tascón advierte de que, tras la crisis del coronavirus, la educación “está dejando de ser un derecho para convertirse en un privilegio. En un bien individual. Es decir, se están introduciendo en el sistema educativo unas teorías liberales que provocan desigualdad educativa y segregación”.
La presidenta de AFFAC afirma que ese proceso en el que lo privado gana espacio a lo público “ya se estaba produciendo en España. Los recortes presupuestarios lo demuestran. Y la competencia entre centros, que hace 15 años no existía, también. Si existen dos sistema educativos paralelos, ya no hay igualdad”.
La brecha digital es el ejemplo que tanto AFFAC como otras ONG ponen como ejemplo de segregación. Precisamente ayer se supo que en Cataluña solo 300 centros educativos de un total de 2.987 disponen de ancho de fibra óptica adecuada. Asimismo, de todos los centros públicos, 2.800, todavía hay 1.230 que no tienen LAN-wi-fi. El Govern admite esas carencias, en respuesta a una pregunta formulada por la diputada del PSC-Units Esther Niubó.
Recortes de 700 millones en diez años
“Cataluña es pionera en abandono y segregación, pero estamos a la cola en inversión educativa. En los últimos 10 años, los gobiernos independentistas han recortado 700 millones de euros en educación”, explica Niubó.
La Generalitat solo invierte el 2,8% del PIB en educación, lejos del 6% que fija la propia Ley de Educación de Cataluña (LEC). Asimismo, es la cuarta comunidad autónoma de España donde el nivel de renta familiar más condiciona el rendimiento académico del alumnado. Tanto es así que el alumnado pobre en Cataluña repite tres veces más que el que tiene más recursos, lo que evidencia la falta de equidad del sistema educativo.
Según la Fundació Bofill, Cataluña se encuentra entre las ocho regiones de la UE con más segregación escolar y “en los últimos cinco años, los niveles no han bajado”. Advierte de que “la concentración de alumnado vulnerable en determinados centros supone un problema para la cohesión social, especialmente para alumnos de origen extranjero”. Alerta respecto al “rápido incremento de la población vulnerable” que está provocando la crisis del Covid.
Cataluña tiene tasas de abandono escolar prematuro por encima de la media española y europea. Se acerca al 20%, cuando el objetivo de la UE es situarse por debajo del 10%. A esta situación se añade el rechazo a financiar las guarderías, siendo una competencia exclusiva del Govern, lo cual puede repercutir en una pérdida de oportunidades educativas para muchos niños y sus familias.
Escuela inclusiva
La Generalitat no ha desplegado todavía un modelo de escuela inclusiva (tal como se aprobó en el decreto 150/2017, de la atención educativa al alumnado en el marco de un sistema educativo inclusivo) y hoy continúa habiendo muchas carencias en la atención al alumnado con NEE (necesidades educativas especiales).
Existe una considerable brecha en función del nivel de renta de las familias del alumnado en el conocimiento del inglés, según si estas pueden proporcionar o no una educación extraescolar o estancias en el extranjero para mejorar las competencias lingüísticas a los niños o jóvenes.
Macarena Céspedes, directora de Educo España, cree que “la escuela está dejando de cumplir su función de movilidad social del alumnado”: “Avisamos hace tiempo de que o se ponen medidas, o se acentuarán las desigualdades”.
Favorecer el acceso a internet, las becas y el comedor social “son herramientas que igualan, como punto de partida. Pero la escuela también debe preparar a los alumnos para la vida, no puede limitarse solo a una transmisión de conocimientos entre profesor y alumnos. Los currículos escolares deben enseñar a convivir, fomentar la paz, la ciudadanía y la educación emocional”.
Problemas estructurales
Céspedes denuncia también la desinversión, lo que “ha supuesto un varapalo serio y una fragilidad importante para el sistema educativo”, así como el abandono escolar, que alcanza un 17% en España. La responsable de Educo afirma que el Covid “ha evidenciado los grandes problemas estructurales. Se podía intuir que la brecha digital aumentaría. Y que no todas las familias podrían ocuparse de sus hijos. La pobreza, que afecta a uno de cada tres niños, tiene un gran impacto en la educación”. A su juicio, dotar de recursos al sistema “debe ser una prioridad social y política. Garantizar un sistema robusto, equitativo, con docentes preparados. Priorizar la calidad. De lo contrario, no seremos capaces de afrontar el futuro”.
Un informe reciente de Save The Children coincide en que el Covid “ha evidenciado y ha hecho más profundas las brechas y diferencias que ya existían entre alumnos de diferentes orígenes socioeconómicos”. El cese de actividades económicas derivadas de la declaración del estado de alarma “ha provocado una crisis de carácter económico para muchas familias. Esta nueva situación tendrá un efecto claro en el aprendizaje de los niños que viven en estos hogares”.