David Madí es uno de los principales nombres de la investigación liderada por el Juzgado de Instrucción 1 de Barcelona, encabezado por Joaquín Aguirre, que propició este miércoles la llamada Operación Voloh. La Guardia Civil detuvo a 21 personas y realizó sendos registros para buscar pruebas sobre los presuntos desvíos de dinero público hasta Waterloo para sufragar los gastos del expresidente catalán Carles Puigdemont y que tiene al presidente ejecutivo de Aigües de Catalunya en el foco.
El empresario Eugenio Calabuig, presidente de Aigües de València, le incorporó a las filas de Global Omnium a finales de 2018 para que llevara las riendas de su negocio en Cataluña. El encargo que recibió fue claro, captar el mayor número de concesiones posibles de la sociedad de la que Comsa había controlado el 50% de las acciones. Tras años de letargo con contratos menores, el empresario del Turia apostó por la antigua mano derecha de Artur Mas para hacerse con parte del mercado natural de Aigües de Barcelona, del grupo Agbar.
Adquisición de Agbar
De hecho, en los autos del caso que se han divulgado a última hora de la noche el juez Aguirre señala que Madí "pretende acometer la adquisición de Agbar" y que, para ello, "habría activado sus contactos políticos para lograr que prospere". Asegura que el empresario Carles Colomer, exconsejero de Abertis, ha explicado al investigado que desde la Fundación Bancaria La Caixa le habían mostrado cuáles deben ser los "movimientos que deben realizar para que la operación que pretenden prospere".
Señala que esta "pasa por una negociación con el presidente de Agbar, Àngel Simón" y que Madí habría explicado a Calabuig que disponía de "información muy valiosa" y que "jugarían con las cartas marcadas". El instructor indica que Aigües de Catalunya también se habría apoyado en la figura del exconsejero delegado de Caixabank, Juan María Nin, para facilitar la compra de su competidora. Con todo, es de sobra conocido que el exdirectivo mantiene unas relaciones mejorables con el grupo Caixa.
Cabe recordar, además, que Agbar forma parte del grupo Suez. Sí que un accionista minoritario con mucha ascendencia en el consejo de administración del gigante galo, Amber Capital, señaló a mediados de 2019 que la gestora de aguas catalana sería uno de los activos de la firma francesa que podría entrar en rotación. En ningún momento se sumó el grupo de Calabuig a una operación que no prosperó.
Contratos que no consiguió
Aigües de Catalunya se ha llevado varios varapalos en su inento de comerle la tostada a Agbar. El primero de ellos fue en Sant Cugat del Vallès (Barcelona). Madí esperaba que la firma que representaba tomara el relevo a Sorea, también del grupo Agbar, cuando decayera la concesión en junio de 2019. Pero el consistorio apostó finalmente por una prórroga de un máximo de dos años con el operador con el que ya trabajaba y Calabuig se quedó sin una de las concesiones a las que aspiraba.
Otro revés destacado se lo llevó ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), primero, y ante el Tribunal Supremo, después. La filial de Global Omnium fue una de las sociedades que recurrieron la creación de la empresa mixta del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) que se encarga del servicio, la sociedad Aigües de Barcelona Empresa Metropolitana de Gestió del Cicle Integral de l’Aigua.
Begur y Sant Carles de la Ràpita
La posición de Madí en este litigio fue compleja, ya que implicaba ir en contra de una decisión de un antiguo compañero de filas en CDC. La empresa mixta fue diseñada por Xavier Trias durante su mandato como alcalde de Barcelona, y es conocido el buen entendimiento del también exconsejero de Sanidad catalán y exdiputado con Madí. Finalmente, el Supremo dio un espaldarazo al exprimer edil de la capital catalana y Calabuig sumó una nueva derrota en Cataluña.
Sí que consiguió concesiones en localidades como Begur (Girona), donde se quedará el servicio de agua en baja y alcantarillado por espacio de una década por algo más de un millón de euros; o Sant Carles de la Ràpita (Tarragona).
Caso ‘Banco de Valencia’
Madí no es el único alto ejecutivo de Aigües de Valencia que tiene asuntos pendientes con la justicia. El fundador y dueño del grupo, Eugenio Calabuig, está imputado en varias causas abiertas en la Comunidad Valenciana. La más conocida es su implicación en el caso Banco de Valencia. El empresario está imputado por las presuntas prácticas ilícitas que le habrían propiciado créditos ventajosos de la entidad a sus familiares.
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz le imputó en el marco de una macrocausa que persigue esclarecer las presuntas operaciones irregulares que se llevaron por delante de la entidad que acabó siendo adquirida por Caixabank. Estas serían las que generaron un agujero de más de 6.000 millones de euros para las arcas del Estado.
Madí ficha a Olga Tubau
La Guardia Civil registró primero el domicilio particular de Madí en Matadepera (Barcelona). Sobre las 17:30 horas de la tarde los agentes se desplazaron hasta su despacho profesional situado en Paseo de Gràcia de Barcelona.
El también responsable de Nubul Consulting fue acompañado en todo momento por letrados del despacho de Olga Tubau. Madí ha fichado para su defensa legal a la famosa penalista que consiguió la absolución del mayor de los Mossos d’Esquadra Josep Lluís Trapero en la causa de sedición que sentenció la Audiencia Nacional.