El 75% de la comunidad educativa catalana rechaza la enseñanza religiosa en las escuelas
Por el contrario, el 85,5% sí considera que los contenidos de diversidad religiosa aportan beneficios al alumnado
17 septiembre, 2020 13:21Un estudio elaborado por profesores e investigadores de la Universidad de Lleida ha puesto de manifiesto que el 75% de los representantes de equipos directivos de las escuelas de primaria de Cataluña opinan que no se debería enseñar religión en los centros educativos. Por el contrario, el 15,5% cree que debería impartirse la católica siempre que haya demanda suficiente, porcentaje que disminuye dos puntos cuando se trata de otras opciones.
A pesar de todo, las entrevistas, realizadas a 380 directivos (directores, jefes de estudio y secretarios) de colegios públicos de primaria, reflejan que el 85,5% sí considera que incorporar contenidos sobre diversidad religiosa aporta amplios beneficios a los alumnos. No obstante, ocho de cada diez (81,7%) equipos directivos están poco o nada de acuerdo con la actual ordenanza para las enseñanzas religiosas.
Enseñanza católica o diversidad religiosa
Entre los directivos que prefieren los contenidos sobre diversidad religiosa en los colegios, el 56,5% opina que estas materias deberían tratarse en la asignatura de Valores Culturales y Sociales y el 31,5%, que debería hacerse en Historia de las religiones, frente a los 18,6% que considera que no es competencia de los centros. Según los investigadores, esto refleja la voluntad de los gestores de “trabajar la diversidad religiosa dentro de la escuela”, pero desde una mirada confesional.
El estudio incluye que, aunque la Conferencia Episcopal Española establece los contenidos y objetivos de la asignatura y hay centros que siguen este currículo oficial, son diversas las escuelas que implementan modificaciones. Muchos de los colegios adaptan el programa y dejan de lado aspectos más confesionales y de práctica religiosa para dar más protagonismo a la diversidad religiosa y cultural existente en la sociedad actual.
Pluralidad cultural y cambio en las festividades religiosas
Las acciones innovadoras de los centros en materia de diversidad se centran en dos aspectos: trabajar la pluralidad cultural en la asignatura de religión y realizar cambios respecto a las celebraciones religiosas en los centros, como reducir su número o su carga religiosa. Uno de los jefes de estudio entrevistados afirmaba que la supresión de algunas de las fiestas católicas respondía a la necesidad de que ningún alumno “pueda pensar que no se siente integrado o que se discrimina su religión”.
Estas actitudes, según el estudio, se deben a tres factores: la posibilidad de que el alumnado no se identifique con la religión que se imparte, que el profesorado cualificado para impartir otras religiones escasea y los beneficios que los docentes creen que aporta el hecho de trabajar la diversidad religiosa para los menores. Ya en 2008, el Consejo de Europa recomendó la enseñanza de la religión como algo “esencial” para educar a los alumnos en la pluralidad de creencias y religiones para “fomentar la tolerancia mutua, el respeto, el diálogo y la tolerancia para evitar la discriminación”.
La educación religiosa en España
España es un país en el que la gestión de la educación religiosa católica sigue un modelo confesional, es decir, que se basa en el adoctrinamiento y la transmisión de la fe religiosa. Aun así, cada vez se está acercando más al modelo no confesional de países como Suecia, Noruega e Inglaterra, que incluyen la comprensión de diferentes religiones y visiones éticas en la educación religiosa. Josep Bargalló, consejero de Educación de la Generalitat, reivindicó el pasado diciembre que se debía “replantear la enseñanza confesional de la religión en la escuela”.
Para dar respuesta a los cambios sociales que se han ido sucediendo, se han realizado diferentes reformas políticas, como ofrecer la posibilidad de cursar asignaturas alternativas o la implantación de un plan piloto para impartir religión islámica. En el artículo 27 de la Constitución Española se indica que el Estado tiene el deber de garantizar a las familias que sus hijos reciban formación religiosa y moral acorde a sus creencias. De esto derivan leyes orgánicas que establecen que la asignatura de Religión sea de oferta obligatoria, pero de elección optativa por parte del alumnado en la educación primaria.