Llevar al niño al colegio o no: la nueva discusión entre padres divorciados
Algunos abogados apuestan por alegar ante el juez peligro de contagio, aunque otros consideran que esto no tiene “recorrido legal”
3 septiembre, 2020 00:00Llevar a los niños al colegio o no por miedo a los contagios de coronavirus que los menores puedan sufrir en el entorno escolar es un debate recurrente entre los padres a pocas semanas del regreso a las aulas, pero, ¿qué pasa en las familias de padres divorciados?
La no escolarización de los menores o el absentismo de los mismos es delito y puede estar penado con una condena de prisión de tres a seis meses o una multa de seis a doce meses, según el artículo 224 del Código Civil.
No obstante, algunos abogados apuestan por utilizar el artículo 158 del Código Civil como aparo ante esta norma, alegando la existencia de peligro si el niño acude a la escuela, mientras que otros consideran que esta estrategia no tiene recorrido legal.
Miedo al contagio
Carlos Sebastián no quería llevar a su hija de tres años al colegio por miedo a que se contagiase, ya que sufre problemas respiratorios relacionados con los bronquios. “No es que no nos parezcan bien las medidas de prevención, es que estamos a 1 de septiembre y no existen. No nos han informado de nada”, se queja este padre, que califica de “improvisado” todo el plan de la vuelta al cole.
Finalmente, tras una mediación con su abogado, Carlos ha cedido a que la menor empiece el curso con normalidad el día 8 de septiembre, aunque “irá viendo como evoluciona la situación”. “No quiero que tenga un retraso respecto al resto de compañeros”, concreta.
"Imprudencia"
Mario A. está al cuidado de sus padres octogenarios, una situación que agrava al temor a que su hijo se contagie en la escuela. El día 14 de septiembre, primer día de clase, él será el encargado de acompañar al menor al colegio, según la sentencia de custodia compartida que rige su caso.
“Me planteo llevárselo a la madre y que sea ella quien lo acompañe al aula, porque yo no quiero ser responsable de que mi hijo se contagie”, comenta. Para Mario, que el curso escolar comience con normalidad es una “imprudencia” debido al repunte de casos. “Lo de los grupos burbuja es imposible y la escuela es un lugar cerrado, es una red exponencial de contagios”, añade.
El colegio es una "obligación"
“Llevar a los niños al colegio es una obligación de los padres”, asevera C.G., madre divorciada cuya expareja apuesta por no llevar a clase a su hija de ocho años porque considera “insuficientes” las medidas de prevención ante el coronavirus. En opinión de esta madre de Barcelona, los menores “no pueden pasar más tiempo sin ir a clase” porque puede sufrir “lagunas” en su formación.
“Estoy convencida de que las medidas de seguridad marcadas por los profesionales serán suficientes y confío en los profesores de mi hija”, aduce C. G., quien también está segura de que la menor seguirá las pautas marcadas, como la mascarilla obligatoria, ya que “entiende el peligro al que se expone”.
Como ambos progenitores trabajan en empleos que requieren de presencialidad, la niña debería quedarse con los abuelos o con una cuidadora en caso de no ir al colegio, una fórmula que la madre no contempla. “No tiene sentido, el riesgo de contagio sería el mismo”, expone.
Un septiembre extraño
La Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas apunta que durante las últimas semanas se han encontrado con una avalancha de consultas sobre la reorganización de las custodias después de que algunas Comunidades Autónomas retrasasen el regreso a las aulas.
“La gente está muy descolocada, no saben quién se supone que debe quedarse con los niños estas semanas antes del inicio del curso”, explican. La abogada de Bombi&Ripoll Paloma Cabildo señala que, aunque parezca que la nueva situación deja esta decisión “en el aire”, la custodia seguirá dependiendo de cada sentencia de custodia.
“Las sentencias que establezcan los meses de vacaciones en julio y agosto no se modifican, así como las que se rigen por el calendario escolar”, señala la experta en derecho de familia.
Recursos legales
Según el abogado José Luis Sariego, los padres podrían conseguir no llevar a su hijo al colegio si se amparan en el artículo 158 del Código Civil, cuyo sexto punto señala que un juez puede dictar sentencia a favor de los padres para “apartar al menor de un peligro”.
A juicio del experto, “el coronavirus representa un riesgo, tal como lo ha reconocido incluso el presidente del Gobierno”, por lo que los progenitores “tienen derecho a pedir ante la Justicia una solicitud de auxilio judicial que les permita abstenerse de llevar al niño a la escuela”, en palabras de Sariego.
Por lo que respecta a los padres divorciados, el abogado concreta que el artículo 156 del Código Civil dispone que, en caso de discrepancia a la hora de tomar una decisión médica, escolar o relativa al hijo, la pareja debería pedir una “solicitud de autoridad parental” al juez, quién decidiría finalmente sobre quien recae la decisión final.
Sin recorrido legal
Cabildo no opina igual, y considera que el argumento del peligro “no vale para nada”. “Algún progenitor podría utilizar este recurso para hacer sufrir a la otra parte, pero no tiene recorrido legal”, asegura Cabildo.
La abogada concreta que si el Gobierno publica en el BOE la orden oficial de que los niños deben volver al colegio el juez no tiene espacio de maniobra, porque se entiende que las autoridades habrán realizado todas las pesquisas necesarias para asegurar que los menores no sufran ningún daño.
La UE apuesta por la escolarización
La directora del Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC), Andrea Ammon, ha pedido este miércoles durante una comparecencia ante la comisión de Salud Pública del Parlamento Europeo que el cierre de los colegios sea "la última opción".
Ammon ha recordado que solo el 5% de los infectados por coronavirus en Europa eran menores de 18 años y que aquellos Estados miembros que han realizado ya la vuelta al colegio no han percibido un aumento en la transmisión del virus.
En un informe de principios de agosto el ECDC señalaba que la mayoría de menores eran asintomáticos y que, según sugieren las investigaciones de casos identificados en entornos escolares, la transmisión de niño a niño en las escuelas es poco común.