La cuarentena ya hace semanas que terminó y muchos españoles se han acostumbrado a realizar deporte en casa. Adaptarse puede resultar difícil al principio, pero ¿para qué comprar diferentes utensilios especialmente pensados para mantenerse en forma, si objetos de lo más común pueden hacer la misma función o muy parecida? Las botellas de agua, las sillas del salón y las toallas de mano se pueden convertir en los próximos imprescindibles para mantenerse activo.
El número de practicantes de deporte no ha dejado de crecer en los últimos tiempos. No solamente por una cuestión estética para verse bien justo para la entrada de los meses de verano, sino también por motivos de salud, porque el cuerpo necesita moverse. Así que hacer deporte en casa era y sigue siendo una de las maneras predilectas por los españoles para superar las largas horas de encierro y, con ello, trastos que hasta la fecha parecían totalmente ajenos al deporte, se han convertido en grandes aliados. Eso sí, siempre evitando utensilios frágiles, afilados o inestables que no sean seguros.
Tu cocina, tu gimnasio
Cualquier casa cuenta con botellas de agua, garrafas de más o menos kilos, tetrabriks de leche y de zumos, etcétera. Pequeños contenedores líquidos como estos pueden servir como pesas para hacer rutinas de ejercicios que afecten, sobre todo, a la parte superior del cuerpo, como las elevaciones laterales o las flexiones de bíceps y tríceps. Estos objetos se pueden rellenar de líquido según el peso que se quiera. Las autoridades recomiendan que para evitar posibles accidentes, se llenen exclusivamente de agua y no de detergentes u otras sustancias.
Siguiendo con los contenedores de comida, las conservas en lata que muchas casas tienen en su despensa pueden ser grandes aliadas por su peso ligero. Se puede utilizar para movimientos que trabajen la parte superior del cuerpo y también como complemento para movimientos básicos de la parte inferior. Por otro lado, sacos y bolsas pesadas como los que contienen arroz o azúcar se pueden utilizar para ejercicios que impliquen cargar peso en el abdomen para trabajar los abdominales. Además, ciertos utensilios de cocina también pueden ser un complemento para repeticiones de peso de elevación frontal. Por ejemplo, simplemente con sujetar una sartén con asas a cada lado y realizar elevaciones frontales se entrenan los hombros.
Sillas y palos de escoba
No solo el menaje puede servir para practicar ejercicio. Todo lo que hay en el comedor puede tener un uso deportivo. Una simple silla resistente puede ayudar a realizar ejercicios de piernas, glúteos y abdomen. Por ejemplo, se pueden hacer elevaciones laterales de piernas poniéndose de rodillas sobre el asiento o fondos de tríceps apoyando las manos en el asiento de espaldas a este. También las mesas pueden servir, ya que con ellas se pueden realizar, entre otros ejercicios, flexiones.
¿Un palo de escoba se puede usar para hacer deporte? La respuesta es sí por muy sorprendente que parezca. Si se utiliza como una pica de madera, ejercicios como giros de cintura o levantamiento de brazos son posibles. También las toallas de mano o el papel de cocina se pueden utilizar para realizar múltiples ejercicios que requieren un contacto directo con el suelo. Si se ponen en la punta de los pies, estos objetos ayudan a resbalar mejor y así hacer la extensión de piernas o las zancadas con más facilidad.
Rendimiento cardiovascular
La jardinería podría ser considerada una actividad física en sí misma, ya que las carretillas llenas de materiales permiten trabajar varios músculos a la vez y aumentar el ritmo cardíaco. Por lo que tener un jardín y hacer uso de estas carretillas puede ayudar a la actividad física. Además, las mangueras pueden ser sustitutas de las cuerdas para saltar. Es conocido que saltar a la cuerda es uno de los mejores ejercicios para el rendimiento cardiovascular.
Por último, las mochilas o los bolsos que se tienen por casa pueden ser un complemento perfecto para realizar sentadillas, ya que permiten una distribución cómoda del peso. Estos accesorios se pueden llenar con diferentes cosas como libros o paquetes de arroz para que sean más o menos livianos, según se requiera.