Las altas temperaturas azotan el territorio nacional. Varias comunidades autónomas están en alerta por calor. Y, en estos momentos, una buena solución para combatirlo pasa por darse un chapuzón en la piscina. Si es particular, mejor en los tiempos que corren. Pero, en el caso de las piscinas comunitarias y las municipales, ¿qué medidas hay que adoptar para prevenir los contagios por coronavirus? La desinfección y la ventilación son capitales.
El Ministerio de Sanidad publicó hace un mes las recomendaciones para la reapertura de la actividad en las piscinas tras la crisis del Covid-19. “El objetivo de estas medidas es conseguir que tanto las instalaciones como el agua estén libres de microorganismos patógenos y de sustancias que puedan afectar negativamente la salud del usuario”, explica el informe.
Desinfección y distancia
Algunas de las medidas de prevención para estos espacios de ocio son la ventilación constante de los lugares cerrados, como baños y vestuarios; la limpieza y desinfección de todos los elementos que hayan estado en contacto con los bañistas, como pavimentos y barandillas; la depuración física y química y renovación del agua, e implementar la distancia de seguridad de, al menos, dos metros.
Diversas poblaciones han decidido no abrir las puertas de sus piscinas municipales por el gasto extra que suponen estas medidas y, además, el cierre también previene el contagio en ellas. En el caso de las piscinas instaladas dentro de las comunidades de vecinos, la situación implica un esfuerzo añadido por parte de todos los residentes.
Esfuerzo extra en las piscinas comunitarias
“Es muy difícil coordinar una piscina comunitaria con cita previa o reserva, sobre todo porque eso requeriría mayor personal y un aumento de los costes de la comunidad”, afirma Mercedes Blanco, CEO de Vecinos Felices. “La situación supondrá un esfuerzo económico a los propietarios porque se incrementarán los costes de mantenimiento de la piscina y limpieza de espacios comunes”, añade.
Más allá de la norma general para toda España en la nueva normalidad, en los últimos días, la Generalitat ha anunciado restricciones en Barcelona ciudad, así como para los municipios de la primera corona metropolitana, las poblaciones gerundenses de Figueres y Vilafant, y las comarcas leridanas de Segrià y Noguera. Algunas de estas medidas afectan a las piscinas.
Cierre de piscinas
Entre estas medidas destaca el cierre de piscinas municipales y privadas de uso público para frenar la propagación del virus. No obstante, pueden abrir aquellas que sean descubiertas, y siempre que el ayuntamiento de turno considere necesario su uso preventivo de los efectos del calor sobre la población, con registro de los asistentes y respetando las medidas de seguridad. También se permite el acceso en función de las realidades municipales, como cuando la ocupación sea de muy baja densidad.
¿Afectan estas medidas a las piscinas de los centros de verano o colonias? En estos casos, podrán abrir para esta actividad, pero tienen que cerrar después, y solo se permite el acceso a personas vinculadas a estos ejercicios. ¿Y las piscinas comunitarias? No están afectadas por los cierres, pero se deben cumplir las medidas de limitación de aforo (2,5 metros cuadrados por persona) y grupos de un máximo de diez personas de contacto habitual.