Explosión en la planta de Iqoxe en Tarragona en enero de 2020 / EUROPAPRESS

Explosión en la planta de Iqoxe en Tarragona en enero de 2020 / EUROPAPRESS

Vida

La investigación concluye que la explosión de Iqoxe fue "imprevisible"

Expertos alertan de la peligrosidad de una sustancia química que, sometida a altas temperaturas, es "altamente explosiva"

14 julio, 2020 17:30

La explosión en la sede de la petroquímica Iqoxe en Tarragona fue "imprevisible e insperada". Así concluye el informe del equipo de investigación del centro universitario Instituto Químico de Sarrià (IQS) sobre el accidente del pasado enero, que se ocasionó "una concatenación de circunstancias no detectables que llevan a una reacción química súbita". 

Los autores del estudio, encabezado por el catedrático de Ingeniería Química Eduard Serra, han determinado que dichas circunstancias se produjeron durante el proceso de producción de un lote de MPEG 500 (metoxi-polietilenglicol) cuando se superaron los 300 grados Celsius --400º-- en el interior del reactor en el momento del accidente, y esto provocó la explosión, además de confirmar que tanto el reactor como la seguridad eran los más modernos y avanzados.

Inestabilidad en el reactor

El equipo ha determinado que, entre las circunstancias indicadas, se encuentran la inestabilidad de la mezcla dentro del reactor, la diferencia de temperatura entre la parte alta y la base del mismo, que el producto final no cubría, al menos, el eyector pequeño del reactor, y que la velocidad de la reacción que era indetectable no permitiese maniobra alguna.

Uno de los autores, el doctor Julià Sampere, ha explicado en una rueda de prensa este martes que ninguno de estos hechos, por sí solo, hubiera sido determinante para poner en riesgo la seguridad del reactor, y únicamente la coincidencia de todos ellos generó una situación que han reproducido en el laboratorio y que "conlleva la descomposición violenta" de la sustancia que provocó el estallido. 

"Altamente explosivo"

La investigación realizada por el equipo del IQ, ha comprobado en laboratorio que el dicha sustancia --MPEG--, que hasta ahora no era considerada un producto químico peligroso, en determinadas circunstancias y sometido a temperaturas superiores a 300 grados Celsius se puede descomponer y generar una presión superior a los 200 bares, siendo "altamente explosivo".

El equipo ha querido alertar con este descubrimiento al sector de la industria química y a los fabricantes de este tipo de reactores para que adopten nuevas medidas preventivas y de seguridad necesarias.