Un negocio boyante. El colegio de élite al que acuden los hijos de Leo Messi y Luis Suárez en Castelldefels (Barcelona), y que está ahora en la diana por un conflicto con casi 500 familias, es una máquina de hacer dinero. La British School of Barcelona (BSB) gana más de cuatro millones de euros al año y factura más de 17 millones, según el Registro Mercantil. Pese a estas cifras, alega que no puede rebajar las cuotas de escolarización para no poner en peligro la viabilidad de la institución.
Según las últimas cuentas depositadas en la institución oficial de publicidad de las sociedades mercantiles, la British School of Barcelona facturó 17,15 millones de euros en 2017, último ejercicio disponible. El volumen de negocio creció un 35% en el interanual. Aquel ejercicio arrojó la escuela un excedente bruto (ebitda) de 4,4 millones de euros, una cifra algo inferior a la del año precedente, que alcanzó los 4,7 millones de euros.
"Cognita ha deteriorado el nivel del colegio"
La prestigiosa institución educativa ha rechazado perdonar la mayor parte de las cuotas --solo ha aplicado descuentos del 15% en los niveles superiores-- durante el encierro y pese a la caída de la cantidad y calidad lectiva. Ante ello, las familias afectadas opinan que esta decisión entronca con algo que viene ocurriendo desde hace tiempo en una de las mejores escuelas británicas de Barcelona. "La British School tiene muchos años, es antigua. el grupo Cognita lo incorporó a su portafolio en 2016. Ello se notó", lamentan.
¿Cómo? "Con una caída del nivel escolar. Un colegio global --que sigue el bachillerato internacional-- que trata a los padres y a los alumnos como si fueran meras cifras. A Cognita parece importarles solo el negocio, no la comunidad educativa", explican. ¿Cómo afecta ello a los papás y mamás? "Mucho. Algunas familias habían cambiado de domicilio y se habían mudado a Castelldefels para que sus hijos disfrutaran de una enseñanza de calidad en este centro. El cambio en el campus les ha afectado", lamentan.
Conflicto por las cuotas
Tengan o no razón, lo cierto es que la British School of Barcelona vive ahora una de las crisis más importantes de sus historia. Cerca de 500 familias se revelaron al principio de la pandemia del virus SARS-CoV-2 contra el pago íntegro de las caras cuotas de escolaridad --que alcanzan los 14.800 euros al año-- porque la actividad online "es escasa". La dirección, que comanda John Locke, respondió aprobando descuentos del 50% en Infantil y del 15% en el resto de cursos. Ha sido insuficiente: algunos alumnos se han marchado, otros preparan una demanda colectiva y algunos han sido expulsados.
Este episodio es uno de los más graves ocurridos hasta ahora en la guerra de los colegios de élite en Cataluña. En apenas dos meses, una docenas de centros privados y concertados han encajado revueltas de padres y madres contra el pago íntegro de las mensualidades ante el descenso del contacto con los profesores. La patronal de escuelas que quedan fuera del circuito público, Escoles Privades Independents de Catalunya (EPIC), se ha posicionado con los centros, aconsejándoles mantener el cobro de los recibos. Ello ha provocado que, como sucederá en la BSB, el conflicto se judicialice en algunos campus.