"La primera noche que dormí en la calle me desperté porque me estaban bajando los pantalones"
Yolanda, víctima de malos tratos y adicciones, duerme en el banco de un parque junto a la Sagrada Familia y pide auxilio para curarse y encontrar un techo
1 mayo, 2020 00:00Malos tratos, consumo de alcohol y un desahucio han llevado a Yolanda García Melero (55 años, Barcelona) a dormir en el banco de un parque cercano a la Sagrada Familia, en plena pandemia por el coronavirus. Fue en diciembre de 2019 cuando tuvo que abandonar su piso por impago del alquiler. Tras pasar por varios albergues, se fue a vivir con un hombre, su pareja. Fue entonces cuando volvió a beber y esnifar cocaína, adicciones que ya había superado, asegura, tras su ingreso en un centro de rehabilitación. Ha sido estaba semana cuando, el individuo con el que convivía, y que la maltrataba, la ha echado a la calle. Sola, y con miedo, relata “la primera noche me desperté porque me estaban bajando los pantalones”.
A la inseguridad que se enfrentan todos los que duermen al raso se ha sumado la angustia por los cuatro crímenes de indigentes durante el estado de alarma en Barcelona. Aunque el sospechoso ya ha ingresado en prisión, Yolanda está aterrada y pide auxilio para encontrar un techo. Rechaza que los albergues sean la solución, tras haber pasado por el de la calle Llacuna, 25, de titularidad municipal, de donde huyó. “Tuve que irme porque sino me linchaban. Hay peleas dentro y se forman grupos. A mí me robaron y, con la edad que tengo, y en mi estado, no puedo enfrentarme a nadie”, cuenta a Crónica Global.
Conocer a su futuro nieto
Su objetivo ahora es desintoxicarse. ¿La motivación? Conocer a su futuro nieto. Y es que su hija, que vive en Reino Unido, está embarazada, “por eso quiero recuperarme”, detalla. En la maleta que esta mujer lleva a cuestas no solo guarda sus escasas pertenencias; también una gran sentimiento de culpa. “Solo quiero quitarme de estos vicios para ir a verlos en cuanto pase la pandemia”, manifiesta. Y es que hace más de tres décadas, Yolanda ya sufrió un problema de adicción del que consiguió recuperarse. “Salí y ahora vuelvo a recaer, no tiene razón de ser con la edad que tengo y más cuando voy a ser abuela”, lamenta.
“Hasta hace nada estaba en la casa de un hombre, pero se ponía agresivo, quería sexo, me humillaba, y tuve que irme. Yo acababa de salir de la relación con mi maltratador que han condenado a prisión”, relata. “Imagínate todo lo que he tenido que pasar, encima me quitan mi casa. Me veo en la calle, sola, sin nadie. La primera noche noté como me estaban tocando, me estaban quitando los pantalones. ¡Me levanté tan asustada y con tal ansiedad que salí corriendo!”, recuerda.
En lista de espera para desintoxicarse
Yolanda admite que durante estos días ha estado bebiendo “muchísimo”. “El chico con el que convivía tomaba cocaína y yo también con él. He pedido ayuda para que me ingresen”, explica. La doctora que la atiende en el centro de atención primaria de la calle Còrsega ha asegurado que le harán la prueba del Covid-19 y que, tras ello, entrará en lista de espera para desintoxicarse en el centro Montserrat Montero, que depende del Hospital de Sant Pau. Fue su adicción la que le llevó a perder su piso hace cinco meses. “Me junté con este personaje y dejé de pagar. Con las drogas ya sabes lo que pasa, se te va la cabeza, no atiendes a nada, y cuando me quise dar cuenta ya estaba en la calle”, recuerda.
Durante estos días ha continuado bebiendo. La última noche la ha pasado encerrada en un cajero, junto a otra mujer que también duerme en la calle, para evitar agresiones. “No soy yo sola, muchas otras están igual, sin nada”, alerta. Lo que necesita Yolanda es atención médica para recuperarse y un alojamiento, para recuperar también su vida. “Siempre he pensado que hacia atrás ni para coger impulso y tengo que salir de esta”, afirma tajante.