Miles de mascarillas contra el virus SARS-CoV-2 que jamás llegaron a sus destinatarios: hospitales, miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y la Asociación Alberto 3Huevos contra el cáncer infantil. La Policía Nacional ha detenido esta semana a Juan Miguel E. S., el rey de los disfraces, por vender y facturar miles de cubrebocas de tela que jamás llegaron a sus destinatarios, algunos de ellos en la primera trinchera de la pandemia, como policías, médicos o personal sociosanitario.
Fuentes policiales alertaron a este medio de la detención de José Miguel el martes en un taller semiclandestino del número 8 de la calle Virgen de los Lirios de Alicante. Preguntada por la cuestión, la portavocía del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) prefirió no entrar a confirmar ni desmentir la información. Sí han dado más detalles del caso algunos de los afectados, que han alertado de que José Miguel ha vendido "miles de mascarillas" a clientes de todo tipo "sin haber tenido jamás la capacidad de producirlas".
"En manos de mi abogada"
El propio investigado rechazó contestar a las preguntas de este medio ayer. Admitió que el caso estaba en manos de su abogada y que sería ésta, si lo consideraba oportuno, la que aportaría la información pertinente. Sin noticias de la letrada, Crónica Global ha accedido a una de las denuncias presentadas contra Juan Miguel, presentada en Barcelona y con número de salida 1976/2020. El escrito lo presentó la Asociación Alberto 3Huevos contra el cáncer infantil, que había apalabrado los protectores bucales y nasales con cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para el 2 de abril. El material jamás llegó.
Las mascarillas repartidas a los agentes de policía / CG
"Hicimos un llamamiento público para que productores de toda España se pusieran en contacto con nosotros por si podíamos ayudar a hospitales y comisarías a conseguir material contra el virus. José Miguel E. S. nos escribió por medio de las redes sociales y ofreció 40.000 mascarillas de tela, de algodón", ha indicado Daniel Esteve, su fundador y presidente. "Negociamos, pues él quería dos euros por producto. Yo le dije 0,20 euros y el resto en producción extra que mi pedido le generaría, pues tengo más de 280.000 seguidores en Facebook y le haría publicidad. Aceptó e hicimos la transferencia económica", ha agregado. Aquel pedido generó, en efecto, un alud de encargos de cubrebocas a José Miguel. "Me dijo que le había hecho rico", señala la misma fuente.
"Mi cliente no puede entregarlas"
El rey de los disfraces se había hecho rico, pero no tenía operativa para producir el material. Desde un humilde taller con dos costureras en Alicante, José Miguel se dedica a la confección y alquiler de disfraces de Reyes Magos, trajes para las fiestas regionales y de Moros y Cristianos, entre otros. "No tenía operativa para fabricar 100 mascarillas al día. Es imposible", lamenta Esteve. Éste trató de negociar el reembolso, pero fue imposible. La abogada del investigado le admitió que el compromiso de venta era irrealizable. "A mí me había estafado, sí, pero es que otra mucha gente de toda España que vio mis vídeos también era víctima del engaño. Hablamos de comisarías y hospitales que le encargaron material protector tras publicitarlo yo y no lo han recibido", lamenta el afectado. A renglón seguido y tras recuperar solo 2.000 de los casi 10.000 euros, éste interpuso denuncia en el complejo policial del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) de La Verneda de Barcelona.
El 9 de abril de 2020 se entró la denuncia en Barcelona. El escrito derivó a la Comisaría Provincial de Alicante, que buscó al propietario de El Atelier Moros y Cristianos, situado en el número 8 de la calle Virgen de los Lirios de la capital de provincia. El empresario comercializa físicamente y por internet, mediante el portal www.alquilertrajesmorosycristianos.es. "Fue detenido el martes con ayuda de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef). Se le acusa de un delito de estafa y se está a la espera de ampliar el procedimiento, pues se cree que llegarán más víctimas. En ese caso, el tipo penal que regiría sería el de un delito continuado de estafa", ha apostillado la misma fuente. Esteve es una de las víctimas del rey de los disfraces, pero asegura que "hay muchas más".