¿Dónde está la consejera catalana de Salud, Alba Vergés? La titular de Salud mantiene un discreto perfil frente a la emergencia sanitaria decretada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a causa del coronavirus. La republicana ha optado por no desgastarse pese a que la alerta ya es mundial y tiene efectos económicos en Cataluña, como la retirada de las telecos LG Electronics --total-- y ZTE --parcial-- del Mobile World Congress (MWC) de Barcelona.
Preguntada sobre qué pasos ha dado, está dando y sopesa dar la Consejería catalana de Salud para transmitir tranquilidad a ciudadanía y agentes económicos, su portavocía de prensa no ha contestado a los requerimientos de este medio. Sí lo han hecho directivos del sector, que han lamentado que el departamento "esté totalmente paralizado y manteniendo un perfil muy bajo". Cabe recordar que Vergés ha delegado en la Agencia de Salud Pública de Cataluña (ASPCAT) y su secretario, Joan Guix, todo el peso comunicativo de la crisis. "Ella no está preparada", afean desde la industria sanitaria. Cualquiera que fueren sus consideraciones, lo cierto es que la independentista concede entrevistas sobre el coronavirus con cuentagotas: dio una a Catalunya Ràdio esta semana. Lo que es más: acudió a una reunión de coordinación en el Ministerio de Sanidad en Madrid el martes y la politizó, marchándose antes de tiempo por el procés.
"Solo hablan en Twitter"
Las fuentes consultadas recalcan que la parálisis del departamento que encabeza Vergés es una constante desde toda la legislatura. "Es una consejería esclerotizada, completamente parada. Solo habla en Twitter y no emprende ningún tipo de medidas", lamentan. Este perfil bajo --pese a ser la consejería que más presupuesto gaste del Gobierno autonómico-- no gusta al sector, que no ve políticas públicas. Y se hace evidente cuando la ciudadanía está en alerta por la emergencia sanitaria decretada por la OMS en su último encuentro en Ginebra (Suiza) el pasado 30 de enero [leer comunicado aquí]. Ante la situación del coronavirus en China, Salud prosigue con la política de no desgastar a la consellera con una crisis para la que apenas tiene competencias. Sí las tiene en información pública o diálogo con las empresas, en un momento en el que algunas de éstas se replantean acudir al Mobile World Congress.
"No debería sorprender. El Departamento de Salud debería liderar las políticas públicas. Pero ha preferido no hacerlo y mantener un perfil muy bajo. Es una pena porque la consejería podría desarrollar los planes aprobados la pasada legislatura, por ejemplo", han explicado. En este sentido, han citado la baja de Cristina Nadal, ex directora de Planificación de la Consejería, que desempeñó una labor muy apreciada por el sector. "Duró año y medio en el cargo. Consideraron que no era de confianza para el equipo y pusieron a otra persona. Pero es que es una constante: han poblado el departamento de afines a ERC en lugar de gestores. Ahora se ven incapaces de gestionar porque son perfiles de corte político", han señalado las mismas voces. "¿Ejemplos? El presupuesto de 2020 en sanidad. ERC vende los medios que aumenta 900 millones en este capítulo, cuando ni cita el déficit en el que incurre cada año. Faltan 760 millones de euros según el quebranto del año pasado. ¿De dónde los sacarán?", han ilustrado las mismas voces.
Presencia discreta
Precisamente, durante la presentación de las cuentas anuales del Gobierno catalán en materia de sanidad el 31 de enero, Vergés quiso hacer una llamada a la calma, recalcando desde el Parlamento catalán que "ministerio y Generalitat están coordinados" y que siguen el protocolo aprobado [leer aquí, solo en catalán]. En relación a la hoja de ruta, presentada el lunes 27 de enero durante un comité específico convocado en la sede de la Agencia de Salut Pública, ésta la desgranó, de nuevo, Joan Guix, junto al jefe de Medicina Preventiva del Hospital Clínic Barcelona, el reconocido epidemiólogo Antoni Trilla. Vergés ni asistió a la rueda de prensa y delegó en sus subalternos.
Aunque solo se ha detectado un infectado en España, la emergencia sanitaria sí ha empezado a generar efectos económicos negativos. Es el caso de los hoteles de Barcelona, que han encajado las primeras cancelaciones de reservas. Asimismo, la oferta complementaria, como el sector de las limusinas, ya está notando tensiones en el empleo por el repliegue de las telecos que no acudirán al evento.