"De forma pública hay que decir que lo hicimos bien, pero internamente el análisis es distinto. Se impone autocrítica". Esta es la frase literal de un trabajador de Emergencias de la Generalitat de Cataluña tras la explosión en una planta química en La Canonja (Tarragona). El accidente que se saldó con tres víctimas mortales y siete personas heridas.

Según esta fuente, el Centro de Coordinación (CeCor) de Reus, que dirigió la respuesta médica al ataque --Interior canalizó la de los Bomberos--, operó lastrado por la falta de al menos un médico y varios enfermeros fruto de los recortes del Gobierno catalán, que lidera Quim Torra. El CeCor pudo salvar la noche y coordinar la asistencia sanitaria a los afectados porque el turno de mañana se quedó de forma a ayudar, tal y como explican los trabajadores. "En el momento del accidente [poco antes de las 19.00 horas] había cuatro personas de guardia de día: una enfermera, una auxiliar, un médico y un jefe de turno. Faltaba un médico, como siempre. Pues bien, sus turnos acababan a las 20.00 horas, cuando entraban una enfermera y un auxiliar, que son los responsables de la noche, la más crítica en personal", relatan, "si el accidente llega a ocurrir una hora más tarde, solo habrían quedado dos personas para dirigir los equipos de emergencia. Así estamos".

Explosión de la petroquímica de Tarragona / EUROPA PRESS

¿Cómo afectó a la respuesta?

Preguntado por la dotación de personal del CeCor de Reus el martes, Emergencias de Cataluña ha rehusado contestar a las peticiones informativas de este medio. Sí lo han hecho fuentes sindicales, que han recalcado que la respuesta que se dio al accidente químico "fue correcta, con matices", ya que el grupo de control andaba corto de personal. "Pero es que ello no es nuevo. Desde hace meses que los tres CeCors de Reus, L'Hospitalet y, en menor medida, Barcelona, adolecen de falta de médicos y técnicos. El Govern se ha limitado a incorporar algunos enfermeros --excepto en Reus-- pese a que se les ha pedido que dimensionen adecuadamente estos centros", han indicado desde CCOO. "Jamás están todas las posiciones cubiertas en los centros de coordinación, y la gerencia lo sabe", han insistido. El martes por la noche, en Tarragona, no fue una excepción. La coordinación médica operó al límite por la contención en el gasto del Gobierno de Torra.

 

Pero, ¿qué papel jugó el CeCor de Reus tras la explosión en el núcleo de Industrias Químicas del Óxido de Etileno (IQOXE)? "Uno fundamental. Se envían los primeros recursos a la zona, se activa el protocolo de incidente con múltiples víctimas", enumera, "lo acordado en el PLASEQCAT, se avisa a los equipos especiales --las llamadas Orcas--, a las ambulancias que acompañaban a lo Bomberos --se llaman ambulancias de zona caliente en argot del sector--, se evalúa a los heridos y se les deriva a los hospitales idóneos, se avisa a estos centros sanitarios y, si es preciso, se activa el recurso aéreo --helicóptero--". En síntesis, "lo mismo que una emergencia normal, pero multiplicado por 20". En este tablero, Emergencias de Cataluña actuó lastrada por la falta de personal.

Volumen de trabajo inabarcable

Las mismas fuentes alertan de que las ambulancias medicalizadas con psicólogos y personal experto tuvieron que acompañar a los Bomberos en el polígono de La Canonja. Sí, pero también desplazar efectivos al barrio de Torreforta (Tarragona), donde hubo una víctima mortal al impactar contra un edificio la tapa del reactor de IQOXE que salió disparada tras la deflagración y voló 2,4 kilómetros hasta encastrarse contra un bloque de viviendas, provocar un derrumbe y sepultar a un hombre de 59 años. "Todo ello, coordinado en mínimos y, claro, de forma paralela a la atención de las emergencias habituales, que no pararon".

Las fuentes consultadas recuerdan que el CeCor de Reus coordina todas las alertas sanitarias en la zona de Tarragona, Lleida, Ebre y Pirineo. "Si un hombre mayor se rompe una pierna en La Cerdanya el martes, lo coordinamos nosotros también. Si llaman por la gripe desde Amposta (Tarragona), es nuestro, pues ahora llevamos el CatSalut Respon. Agrégale una explosión química a este volumen de trabajo, que ya es superior al que podemos sacar", alertan.

Falta de personal y medios

Ante ello, aseguran que se impone una fuerte crítica interna en el Departamento catalán de Salud, del que pende Emergencias de Cataluña. "La pérdida de personal y medios es evidente desde hace años, pero más palpable durante el último ejercicio", advierten.

"El Gobierno catalán maneja las Emergencias en mínimos, como si jamás fuera a pasar nada. Pues bien, ocurre, como vimos con la explosión en La Canonja. Pasan cosas. Y tenemos que estar preparados. El martes salvamos el día por el voluntarismo de los compañeros, que se quedaron a ayudar. Pero un sistema sanitario solvente no puede depender de esto y de los muchas gracias de los políticos. Que actúen ya para dimensionar el servicio de forma adecuada", sentencian.