La superbacteria mortal que provocó una infección que segó la vida de dos bebés en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, el mayor de Cataluña, se diseminó por contacto con objetos o pacientes. La investigación interna de la ciudad sanitaria reconoce implícitamente falta de asepsia en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) neonatal, tal y como denunciaron epidemólogos a este medio.

En un comunicado difundido ayer viernes, la ciudad sanitaria concluye que la bacteria Klebsiella pneumoniae pasó de neonato a neonato "por manipulación cruzada de pacientes u objetos". Descarta la dirección del complejo sanitario público la "contaminación ambiental" en lugares como grifos o desagües. No obstante y sin decirlo, reconoce falta de higiene en las manos del personal sanitario o el instrumental.

Ocho bebés afectados, sin cambios

Esta primera conclusión de las dos investigaciones abiertas --la segunda la ha iniciado el Departamento catalán de Sanidad-- llega cuando los ocho bebés colonizados por la superbacteria, que es muy resistente a los antibióticos, han mejorado. La gerencia del hospital anunció ayer que cuatro de los recién nacidos presentan cuadros clínicos con mejor prognosis, lo que reduce el riesgo de que desarrollen una infección como la que acabó con la vida de dos prematuros los días 20 y 24 de abril.

No obstante, los pequeños continúan ingresados en el Hospital Materno-Infantil de Vall d'Hebron. Cuatro siguen en la polémica UCI neonatal, que cerró un box por prevención, mientras que otros cuatro se encuentran en alas para enfermos menos graves. La última información que dio el hospital dirigido por el doctor Vicente Martínez es que dos estaban en observación en la unidad de semicríticos, mientras que otros dos pacientes se habían derivado a prealtas.

Dos 'exitus'

Estas buenas noticias respecto a los ocho prematuros que contrajeron el microorganismo llegan después de que el personal sanitario dle mayor hospital catalán declarara el exitus o la muerte de dos bebés que presentaban Klebsiella. Fallecieron los pequeños después de que el patógeno provocara una enterocolitis o infección en el intestino, que, a su vez, generó una sepsis y un fallo multiorgánico.

El caso ha llegado a la Fiscalía Superior de Cataluña, donde la asociación privada El Defensor del Paciente ha remitido las denuncias de los padres. En paralelo a ello, otra familia ha alertado de la muerte de su bebé prematuro por la misma infección en diciembre de 2018. El hospital, por su parte, ha desvinculado los episodios, subrayando que este último neonato no había sido colonizado con la bacteria.