Cuestión de prioridades. La consejera catalana de Salud, Alba Vergés, ha dejado su oficina en plena crisis por la muerte de bebés prematuros en el Hospital Vall d'Hebron, el mayor de Cataluña. La titular del departamento dedicará todo el día de hoy al juicio del 1-O en el Tribunal Supremo, pese a que la sanidad pública catalana se lame las heridas por la polémica de la concatenación de casos de Klebsiella pneumoniae, una bacteria que ha segado la vida de dos bebés en Vall d'Hebron e infectado a ocho más.
"A punto de entrar en el Supremo. Escucharemos como muchos votantes fueron agredidos por la Policía española y declara también el exdirector del CatSalut, David Elvira. Aquellos que se atreven a cuestionar los 1.066 heridos por las cargas [del 1-O] atacan a los profesionales sanitarios. Y esto no lo permitiré jamás", ha tuiteado la republicana antes de acceder a las dependencias del alto tribunal. "No permitiremos jamás que, como hicieron gobiernos del PSOE y el PP y como hizo [Josep] Borrell, se cuestione a nuestros profesionales, nuestro servicio sanitario y la profesionalidad con la que atendieron a los votantes agredidos durante el 1-O", ha agregado la también diputada en el Parlamento catalán a las puertas del Supremo.
Abre una investigación
Desde las puertas del alto tribunal, Vergés ha tenido que referirse a la crisis de la bacteria Klebsiella, que ha provocado cuadros derivados infecciosos que han segado la vida de dos bebés prematuros y que ha colonizado a ocho bebés más en la unidad de cuidados intensivos (UCI) neonatal de Vall d'Hebron. Ha anunciado la titular de Salud que la Dirección General de Ordenación y Regulación Sanitaria ha abierto una investigación para aclarar estos fallecimientos y su presunta vinculación con el microorganismo.
Pese al inicio de pesquisas, Vergés ha asegurado que "se han tomado todas las medidas necesarias" para atajar la concatenación de casos de Klebsiella en la UCI de Neonatología y prevenir futuras infecciones. Ha precisado la consejera que los ocho bebés que han contraído el patógeno "no están enfermos", en referencia a que no han desarrollado patologías derivadas de la presencia de esta bacteria.
Los afectados mejoran
Mientras Vergés pronunciaba estas palabras ante el Tribunal Supremo, donde asiste como público y no en calidad de investigada o testigo, una madre ha denunciado que su hijo prematuro murió por enterocolitis o infección intestinal el pasado 20 de diciembre de 2018 en la UCI neonatal del Hospital Vall d'Hebron. La patología es la misma que segó la vida de dos prematuros más los día 19 y 24 de abril. No obstante, en este primer caso de recién nacido no se encontró traza de Klebsiella pneumoniae, ha recalcado el hospital. "No están vinculados. Se trata de un bebé de 25 semanas y 520 gramos, muy frágil, sin traza de la bacteria", ha destacado un portavoz.
En paralelo a ello, la dirección de Vall d'Hebron ha subrayado que de los ocho niños prematuros aún colonizados por la bacteria, cuatro presentan un mejor cuadro clínico que ayer. "Presentan una mejora de las patologías de base, lo que hace menos probable que desarrollen una infección. Los cuatro niños continúan aislados, dos en el área prealta y dos en la unidad de semicríticos. Otros cuatro permanecen en la UCI neonatal del hospital, que ha cerrado un box como precaución para descartar contaminación ambiental por Klebsiella.