Si en televisión aún emiten anuncios de productos que prometen adelgazar de manera casi milagrosa, o artilugios que prácticamente cocinan por si solos, y luego todo resulta ser un desastre, imagínense como ha abierto la veda internet.
Solo en 2018, Google eliminó 2.300 millones de anuncios que violaban sus políticas. Desde la reventa de entradas, a bonos de préstamos o incluso de suplantación de identidad, que suponían cerca de 60 millones. En total, el gigante informático tubo que borrar de su plataforma más de seis millones de comerciales fraudulentos al día.
Protección de colectivos vulnerables
La intención de la compañía de Cupertino es velar por que su buscador no albergue contenido fraudulento. Por ello también luchan contra las noticias falsas --fake news--, así como contra las empresas de concesión de préstamos, para proteger a los colectivos vulnerables, ya que la mayor cantidad de comerciales de esta índole son engañosos.
¿Cómo lo hacen? También el año pasado, Google lanzó más de 300 clasificadores para poder identificar las infracciones de su política de uso por parte de las páginas web. Gracias a este nuevo método, expulsaron a más de 730.000 editores y desarrolladores de aplicaciones, de las que también eliminaron anuncios.
Elecciones EEUU
El gigante digital también puso el foco en evitar la difusión de contenidos maliciosos durante las elecciones de Estados Unidos. De hecho, implementaron una nueva política de anuncios electorales para revisar la propaganda. Tal y como está haciendo en Europa de cara a los comicios de mayo.
Además, al igual que plataformas como Twitter o Facebook, las políticas de Google prohíben contenidos que sean irrespetuosos o que inciten al odio. A este respecto, eliminaron más de un millón de anuncios de webs, y otros 22.000 de apps.