Crean pequeños riñones artificiales con células madre humanas
Este avance médico abre la puerta a nuevos tratamientos de enfermedades del tejido y a profundizar en el funcionamiento de este órgano vital
18 febrero, 2019 19:55La ciencia ofrece noticias sorprendentes, y más cuando se abordan avances médicos. Un grupo de investigadoras del Institut de Bioenginyeria de Catalunya (Ibec) han conseguido algo insólito: crear pequeños riñones parecidos a los que tienen los embriones humanos con células madre y una red vascular. El hallazgo profundiza en un mayor conocimiento sobre la formación de este órgano.
El estudio, que se ha publicado en Nature Materials, ha revelado que estos cultivos tridimensionales mimetizan aspectos fundamentales durante la formación del órgano, como la distribución, funcionalidad y organización específica de las células. “Este procedimiento puede ser aplicado de inmediato en los laboratorios que trabajen en el modelado de enfermedades del riñón”, ha explicado la líder del trabajo e investigadora de la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (Icrea), Núria Montserrat.
Parecidos a los reales
La investigadora añade que “uno de los aspectos cruciales de la investigación con organoides consiste en desarrollar una metodología que permita su maduración en una placa de cultivo”. Además, hay que intentar que estos tejidos creados se asemejen al real y para ello hace falta dotarlos de una red vascular para el intercambio de nutrientes y asegurar la funcionalidad.
¿La solución? Implantar estos pequeños órganos en una vasculatura embrionaria de un pollo. A los pocos días, los minirriñones presentaban células endoteliales y evidencias estructurales que indicaban una mejor diferenciación dentro de estas estructuras tridimensionales.
Un gran paso
En el estudio, además del Ibec y del Icrea, también ha contado con la participación del Hospital Clínic, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Cisc), la Universitat de Barcelona y el Salk Institute for Biological Studies de Estados Unidos.
Este experimento ha permitido arrojar luz sobre el funcionamiento de los riñones, algo muy positivo para la investigación de nuevas enfermedades relacionadas con este órgano. Estos avances podrían servir para detectar drogas, así como para desarrollar terapias de medicina personalizada.