Terrazas de bares en Barcelona / CG

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Vida

Condenado el dueño de un bar de Barcelona que echó a cinco clientes por ser negros

El acusado deberá pagar 300 euros a cada una de las víctimas y no podrá trabajar en el ámbito docente, deportivo ni de tiempo libre durante dos años y medio

8 febrero, 2019 23:22

La titular del juzgado penal número 1 de Arenys de Mar (Barcelona) ha condenado a dos años y medio de inhabilitación para trabajar en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre al dueño de un bar en la zona de la comarca del Maresme que echó a cinco clientes por ser negros, manifestándoles: "No quiero negros aquí".

El tribunal considera que el acusado atentó contra la dignidad de los clientes y cometió cinco delitos contra los derechos fundamentales y las libertades públicas en concurso ideal, previstos y penados por el artículo 512 del Código Penal, y le condena también a indemnizar a las víctimas con 300 euros cada una por los perjuicios causados.

"Manifiesto desprecio por su raza"

La juez considera probado que el acusado, C.E.F., a las 11.38 horas del 15 de mayo de 2016, le pidió a un cliente, que estaba en la terraza junto a otras cuatro personas tomando sus consumiciones, que entrara, y le dijo con "manifiesto desprecio por su raza": "No quiero negros aquí".

Este cliente regresó entonces con sus compañeros, a quienes les comunicó que debían abandonar el establecimiento y, al ir otro de ellos a pedir explicaciones, el acusado insistió que no quería "negros en el local".

Hechos probados

Las cinco víctimas explicaron los hechos en el juicio y algunos de ellos expresaron que les "dolió muchísimo" y que se sintieron ofendidos de que les echaran del bar. La juez entiende que las declaraciones de los afectados han sido claras, coherentes y persistentes para probar las acusaciones, y que han sido corroboradas por las de los Mossos d'Esquadra que acudieron al bar posteriormente, ya que el acusado también les manifestó que les echaba "por su color de la piel".

En cambio, la sentencia considera "inverosímiles" los argumentos exculpatorios del acusado, que alegó que se trató de un malentendido idiomático porque él es argentino y los afectados no hablaban bien castellano.