Manantiales termales de Rotorua, uno de los parajes naturales mejor escondidos del mundo / BOOKING

Manantiales termales de Rotorua, uno de los parajes naturales mejor escondidos del mundo / BOOKING

Vida

Los parajes naturales mejor escondidos del mundo y dónde encontrarlos

No son muchos los viajeros que conocen el lago Eibsee, las Escaleras de Selarón, Little Havana o el restaurante Labassin Waterfall

7 enero, 2019 16:12

Son muchos los que sueñan con viajar y escapar de la rutina, aunque sea por poco tiempo. Pero, ¿qué pasa cuando las vacaciones se desarrollan en el mismo sitio todos los años?

Para salir de los circuitos turísticos más tradicionales Booking ha elaborado una selección con algunos de los parajes naturales mejor escondidos del mundo. Lugares interesantes que no aparecen en las guías turísticas y que se convertirán en un must para los viajeros en este recién comenzado 2019.

El otro Gran Cañón

Todo el mundo ha escuchado hablar del Parque Nacional del Gran Cañón, pero son pocos los que conocen ‘el otro Gran Cañón’, el de Chiang Mai. A menos de una hora en coche del centro de la ciudad tailandesa, este gran secreto espera ser revelado. Los viajeros podrán darse un chapuzón en el lago, tomar el sol, saltar desde un acantilado (¡si se atreven!) y disfrutar de una buena barbacoa.

Lago Eibsee / BOOKING

Lago Eibsee / BOOKING

Lago Eibsee / BOOKING

Otro lugar desconocido es Eibsee, un lago de aguas cristalinas situado a los pies de la montaña más alta de Alemania: Zugspitze. Es conocido como el lago más bonito de todo el país, y sus aguas tranquilas y azules son un auténtico oasis en este paisaje alpino. Sin duda, se trata del mejor sitio para darse un baño después de una excursión por la zona.

Un manto azul de flores

Ver el cerezo en flor en Japón es un sueño para muchos, pero los que busquen un cambio de aires (y de colores) pueden darse una vuelta por el Parque Costero Hitachi, en Ibaraki, el próximo mes de abril. Será entonces cuando un mar de flores azules invadirá el paisaje. Está a menos de dos horas de Tokio y allí se puede ver el contraste entre las praderas verdes y los 4’5 millones de flores de color azul.

Ningún viajero debería dejar de visitar los manantiales termales de Rotorua (Nueva Zelanda). Además de las piscinas de lodo hirviendo, es posible visitar un poblado maorí tradicional y descubrir el géiser Pohutu, de treinta metros de alto, que entra en erupción varias veces al día.

Maravillas sin tanto agobio de turistas

El Cristo Redentor y las piedras de Stonehenge son dos de las atracciones turísticas más sorprendentes del mundo. Sin embargo, también son lugares de aglomeraciones de gente. Para evitarlas, nada como cambiar estas visitas por las Escaleras de Selarón (Río de Janeiro), famosas por los mosaicos de colores obra del artista Jorge Selarón, y por las Piedras de Stennen (Escocia), las más antiguas de las islas británicas.

Escaleras de Selarón / BOOKING

Escaleras de Selarón / BOOKING

Escaleras de Selarón / BOOKING

Al pensar en unas vacaciones en Miami, rápidamente vienen a la cabeza imágenes de South Beach, fiestas en el centro o bares con terraza en la azotea. Pero para conocer el auténtico Miami hay que pasar por Little Havana. Allí es posible empaparse de su influencia cubana con una visita al Agustin Gainza Arts and Tavern, donde descubrir el estudio de uno de los mejores artistas de la ciudad y disfrutar de una copa de vino y unas buenas tapas.

Delicias gastronómicas ocultas

En Manhattan hay un restaurante escondido detrás de una carnicería típica. Se trata del Bohemian, que ofrece una cocina de fusión japonesa, americana y francesa. Eso sí, es necesario planear la visita con antelación: sólo tiene sitio para 25 comensales y para hacer una reserva hay que conocer a alguien que ya haya estado previamente y que te proporcione el número de teléfono.

Los viajeros más foodies que busquen una experiencia culinaria sin precedentes deberían ir al restaurante Labassin Waterfall de San Pablo (Filipinas). En él se puede disfrutar de auténtica comida local en mesas tradicionales de bambú. Los comensales quizás no se percaten a primera vista de que a los pies de la cascada hay un restaurante, pero ¿hay algo más refrescante que disfrutar de la mejor comida casera mientras se ponen los pies en remojo?