Los Mossos d'Esquadra actúan de nuevo contra el tráfico de sustancias estupefacientes en el Raval de Barcelona. La policía catalana ha informado de la clausura de 14 narcopisos más en el barrio, perteneciente al céntrico distrito de Ciutat Vella. Uno de ellos era un piso secreto, esto es, se limpiaba diariamente para que no pareciera una guarida de criminales.
Estos puntos de venta de droga han sido cerrados desde del 1 de noviembre, cuando se puso en marcha el dispositivo de Ubiq de refuerzo de seguridad en el distrito. La intervención sigue la senda de la macrooperación Bacar, que localizó y cerró una cuarentena de apartamentos de distribución de estupefacientes en la misma zona de la capital catalana en octubre. En aquella ocasión, la policía autonómica informó de que un clan dominicano controlaba la mayoría de pisos de la droga.
Operación policial de los Mossos en el Raval contra los narcopisos en noviembre de 2018 / CME
'Narcopiso secreto'
Tras aquella intervención, que acabó con la detención de 55 personas, los Mossos avisaron de que el problema de los narcopisos no se había acabado. Los hechos han demostrado que tenían razón. Acabada la Operación Bacar, los efectivos detectaron que el número 11 de la calle Riereta volvía a distribuir droga. Éste era un "narcopiso secreto": se limpiaba diariamente y se retiraban las jeringuillas para que no pareciera un supermercado de la droga. La División de Investigación Criminal inició el seguimiento de esta vivienda y de otros trece puntos, que fueron intervenidos y clausurados. La policía ha retornado los pisos a sus legítimos propietarios y, en algunos casos, en ellos ya viven familias.
Imagen de la Operación Bacar de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana contra los narcopisos / EFE
Antes, los efectivos han informado de que pudieron acabar con estos puntos de distribución de droga gracias a la colaboración ciudadana. "El contacto permanente permitió saber que en este local se había abierto un nuevo narcopiso al que acudían diariamente toxicómanos para adquirir los estupefacientes. El espacio se inspeccionó el lunes para cerciorarse de que continuaba la actividad criminal. Al estar vacío, se recuperó. El martes se entregó a su legítimo propietario con medidas para asegurarlo y evitar que sea okupado de nuevo", han precisado.
Dispersión a otros barrios
Los agentes han indicado que la "fuerte presión policial" en el distrito de Ciutat Vella ha provocado un efecto centrifugador del problema de los narcopisos en Barcelona. "Se están detectando desplazamientos de la actividad delictiva a otros puntos de la ciudad. El pasado 13 de noviembre se desmantelaron los dos primeros pisos de la droga detectados en el Eixample", han agregado los Mossos. En el mismo sentido, vecinos de la Barceloneta han denunciado que han notado un incremento de vendedores y consumidores en su barrio.
Ello es producto de la fuerte presencia policial en el barrio del Raval. El dispositivo conjunto Ubiq de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana ha movilizado a agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana, al Grupo de Delincuencia Urbana y de Proximidad de la comisaría de Ciutat Vella, al Área Regional de Recursos Operativos (Arro) y al Grupo Regional de Motos de Barcelona. Según la policía autonómica, los agentes patrullan por "zonas sensibles y de interés policial examinadas previamente para realizar el despliegue". El objetivo de la operación es "mantener los niveles de seguridad en la zona".