El otro otoño caliente en Cataluña no tendrá nada que ver con los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR), que ayer aprovecharon la Diada para anunciar más desobediencia para el fin del estío. Unos 50.000 profesionales de la sanidad concertada esperan la firma del segundo convenio del sistema sanitario integral de utilización pública (Siscat). El pacto entre patronales y sindicatos no tendría que sortear obstáculo alguno, salvo por un quebradero de cabeza: la maltrecha tesorería de la Generalitat de Cataluña.
Fuentes sanitarias consultadas por este medio han indicado que el Servicio Catalán de Sanidad (CatSalut), que comanda el doctor Adrià Comella Carnicé, es incapaz de subir lo necesario las tarifas de concertación a los 71 hospitales, casi 370 ambulatorios y 96 centros sociosanitarios, entre otros. Ello provocará que estos equipamientos --se rigen por el convenio los que tienen más de un 50% de actividad concertada-- no puedan tampoco subir salarios a sus profesionales, cuando sus tablas salariales son anteriores a la crisis: datan de 2008. Este hecho ha provocado una pérdida de poder adquisitivo a los empleados.
"Si no hay acuerdo, habŕa movilizaciones"
Fuentes del sector han destacado que las negociaciones para el segundo convenio se retomarán en breve. En la actualidad, esta red concertada con el CatSalut trabaja con un acuerdo de ultraactividad, alcanzado en diciembre de 2017 por todas las partes. La entente fijó un aumento salarial del 1% en "todos los conceptos salariales", amén de otras mejoras para el colectivo, que totaliza unas 50.000 personas en la región.
"No es suficiente. Piensa que en las empresas públicas del Siscat también hay descuentos por ser funcionarios. Se pensaba que con el nuevo convenio se recuperaría ese 4,05%, pero se ve que no será posible porque no se actualizarán debidamente los conciertos. Con este escenario, el personal no recuperará poder adquisitivo. Y estamos hablando que hay gente que ha perdido un 30% de su salario durante la crisis y los recortes", han explicado las fuentes consultadas.
Desde la parte social avisan: si no hay acuerdo, habrá movilizaciones. "Los trabajadores no pueden más", han avisado.
Generalitat, "ahogada"
Otros actores de la parte social han indicado que la Generalitat está ahogada por el techo de déficit. "El CatSalut no ha hecho ningún incremento real de las tarifas de contratación desde 2009. Ahora propone un 1,03%. Con esta cifra, las empresas no podrán acordar subidas de salarios del 1,75%, como se esperaba, sino que se quedarán cerca del 1,40%", han enumerado. Aunque el debate es de décimas, cobra importancia cuanto se tiene en cuenta que el índice de precios al consumo (IPC) se ha incrementado en más de un 13% de 2008 a 2017, fecha de vencimiento del último acuerdo laboral antes de la prórroga.
El hecho de que la Administración autonómica tenga la caja al límite y no pueda pagar más a las empresas con las que firma conciertos no tranquiliza en absoluto al colectivo. Tampoco calma los ánimos el hecho de que el doctor Comella admitiera en privado que sólo subirán tarifas si el Gobierno aumenta el techo de déficit, algo que PSOE y Podemos están tratando de hacer sorteando el veto del PP en el Senado.
"Somos los olvidados de la sanidad y constituimos un colectivo mucho más grande que el Instituto Catalán de Sanidad (ICS). Si no hay acuerdo habrá otoño caliente", avisan las fuentes consultadas.