"Mi madre perdió 30 o 40 kilos en una residencia pública de Barcelona". Una familia de la Ciudad Condal ha denunciado la presunta "dejadez y abandono" que habría sufrido su madre, de 88 años y con alzhéimer en el hogar para mayores Trinitat Nova. El centro, titularidad de la Generalitat de Cataluña y que gestiona Suara Coop ha negado las acusaciones de "desnutrición y deshidratación" y ha recordado que pasa "inspecciones periódicas tanto internas como externas".
El denunciante es Francisco Crespo, que ha logrado que su caso recale en la Fiscalía Superior de Cataluña de la mano de la Asociación El Defensor del Paciente. ¿Qué ocurrió? "Mi madre sufre la enfermedad degenerativa desde hacía años. Logró una plaza en el centro de día de Trinitat Nova en virtud de la ley de dependencia. Mientras estuvo allí, ya hubo problemas: volvía con los pañales rebasados, o no la venían a recoger", ha indicado el vecino de la Ciudad Condal. El supuesto deterioro de Carmen llegó cuando Carmen C. ingresó en la residencia con plaza a tiempo completo antes del verano.
"Desnutrida y deshidratada"
Según el familiar, la institución deja mucho que desear en cuanto a condiciones. "Las tapas de los baños están rotas. Las cadenas no funcionan. Los colchones están destrozados. Los levantan con un aparato externo porque el propio está roto. Cuando estaba de día, los traslados los hacíamos nosotros porque la rampa de la furgoneta no les funcionaba. Y luego está el trato al usuario", ha enumerado Crespo. ¿Cuál es ese cuidado? "Mi madre dejó de comer. ¿Por qué? No lo sabemos. El hecho es que le administraron cortisona para inducir a la alimentación. Ello le provocó unos hongos en la garganta. Ahora ya no puede ni tragar", ha denunciado el ciudadano.
Hay más. "Se le formaron escaras en el pie y el pie sacro. Heridas que se pudrieron. ¿Cómo pudo pasar? No lo sabemos. Lo cierto es que se pidió su traslado al Vall d'Hebron Barcelona Hospital Campus. Pero estaba tan débil de no comer que se tuvo que parar", lamenta el familiar. Los allegados de Carmen C. aseguran que su madre "se ha deteriorado tanto que no saben si pasará de esta semana" a pesar de que ayer consiguieron su traslado a un centro sociosanitario. Lamentan las condiciones del centro para mayores y que "una mala diagnosis médica haya provocado que su madre haya quedado en un saco de huesos al alimentarla con una jeringuilla". El caso lo leerá ahora el ministerio público y dirimirá si hay mimbres para investigarlo.
"Pasamos inspecciones periódicas y estamos auditados"
El gestor del centro, público y titularidad de la Generalitat de Cataluña, ha aportado una batería de argumentos muy distinta a la expuesta por la familia. Ha recordado que la residencia y centro de día Trinitat Nova alberga a 55 personas, que abrió en 1986 y que es titularidad del Gobierno regional. Un portavoz de Suara Coop ha recordado que cuando entra un usuario "se le hace una evaluación personalizada". Cuando hay una "modificación del estado de la persona" se cambia la dieta "por prescripción facultativa, pues los usuarios son visitados en Vall d'Hebron por medio de Mutuam, la mutua que trabaja con el centro".
En materia de procedimientos de cuidado, Suara ha indicado que "sigue los protocolos establecidos". Lo hace al dedillo, asegura, lo que le ha valido certificaciones ISO de calidad "interna y externa". Asimismo, la misma fuente ha agregado que la institución pasa "auditorías tanto externas como internas", amén de inspecciones de las instalaciones, sanitarias y del circuito de alimentación de los usuarios. Ninguna de ellas, "ha arrojado anomalías en los últimos tiempos".
En este sentido, el grupo cooperativo ha hecho hincapié en que cuenta con una cocina internalizada que se rige por las directrices de los nutricionistas y dietistas. Todo ello, ha remachado, con la supervisión externa del Hospital Vall d'Hebron.