Las vacaciones de los niños en situación de pobreza
Las peticiones de becas comedor de verano han aumentado un 33%, según la ONG Educo, que colabora con 73 entidades para evitar que los menores se queden solos en casa y ofrecerles una comida saludable
26 junio, 2018 00:00Sheila es madre de dos menores, una niña de 12 años y un niño de 10. Fue desahuciada de su piso, situado en el barrio de Santa Caterina de Barcelona, por lo que tuvo que irse a vivir fuera de la ciudad. Apenas tiene recursos económicos, pues se quedó en el paro hace unos meses y el padre de sus hijos tampoco trabaja. “Les he criado yo sola prácticamente”, dice a Crónica Global.
Sheila, madre de dos menores, una niña de 12 años y un niño de 10
Hace cuatro años que, gracias a las becas comedor que proporciona la ONG Educo, puede llevar a los pequeños a la Fundació Comtal durante el verano. De esta forma evita que los niños se queden solos, puedan disfrutar de las vacaciones y tengan garantizada al menos una comida saludable al día.
Como ella, otros 120 menores acuden al casal de esta Fundació, una de las 73 entidades con las que colabora con Educo en Cataluña.
“Este verano, el número de solicitudes becas comedor ha aumentado un 33%”, explica Pepa Domingo, coordinadora de los programas de infancia de Educo. Esta ONG, gracias a las donaciones solidarias recibidas, podrá repartir este año 450.000 comidas en toda España, de las cuales 120.000 se distribuirán en Cataluña.
La Fundació Comtal atiende a menores hasta los 16 años. Les proporcionan comida, pero también actividades y excursiones. “La mayoría de los niños a que vienen pertenecen a familias con problemas de vivienda porque en el barrio ya han comenzado a subir el precio de los alquileres”, dice la educadora Icrame Ayadi. En efecto, el barrio de Santa Caterina, comienza a sufrir los estragos de la gentrificación. “Son familias muy luchadoras. Tienen mucha energía y ganas de trabajar”, añade mientras atiende el desayuno de los más pequeños. Después toca salir al patio. Hace calor, por lo que juegan en bañador. “Algunos de ellos mantienen el contacto durante el año. Y los padres están muy agradecidos”, añade Ayadi.
Cuando acaba el curso escolar, los padres en situación precaria no saben qué hacer con sus hijos. No tienen dinero para pagar un casal y tampoco quieren que los pequeños se queden en casa solos o metidos en una habitación en un piso compartido, que es el recurso que se utiliza con frecuencia cuando no se puede acceder a una vivienda.
“Intentamos ofrecer una nutrición adecuada y un espacio saludable, también en verano, a las familias con menores en situación vulnerable. Este es el primer año que colaboramos con Educo”, explica la directora de la Fundació Comtal, Marta Galligo.
Marta Galligo, directora de la undació Comtal, y la educadora Icrame Ayadi / CG
Atender a estos menores se convierte en una labor de equipo en la que participan los familias. De ahí que dos entidades de Murcia que colaboran con Educo propusieran por primera vez a los padres hacer un curso de manipulación de alimentos para ayudar a los niños atendidos, pero también como formación de cara a conseguir trabajo en el futuro. "Una mujer bromeó al respecto al hecho de que, por primera vez, iba a ver a su marido poner la mesa", explica Pepa Domingo. La responsable de los programas de ayuda a la infancia de Educo afirma que el uso de productos de proximidad en los comedores se está imponiendo como tendencia.
"Los niños llave"
Educo acuñó el año pasado el término “niños y niñas llave”, menores en riesgo de exclusión social por falta de recursos económicos, por falta de tiempo de sus madres y padres, o por falta de red de relaciones sociales.
“O por la escasez de los tres, lo que se traduce en un aislamiento social con dimensiones de pobreza puertas adentro”, explican Clarisa Giamello y Gonzalo de Castro, autores del segundo informe de Educo “Los otros niños de la llave. Cuando la precariedad se hace costumbre en España”.
Varios niños desayunando en la Fundació Comtal
Se trata de un colectivo de niños con edades comprendidas entre los 6 y 13 años que en 2008 ascendía a 350.000. El verano pasado, esta cifra superaba ya los 580.000. “Se quedan solos con la llave para entrar y salir de casa, como una estrategia de supervivencia y no como un espacio de desarrollo de su autonomía y responsabilidad”, precisan los autores.
Una de cada tres niñas y niños en España está en riesgo de pobreza y exclusión social, cifra solamente superada por Rumanía y Grecia entre los países de la Unión Europea.
Entrada a la Fundació Comtal / CG
Asimismo, 9 de cada 10 hogares monoparentales con hijos menores de 18 años están a cargo de una mujer. “El riesgo de pobreza y exclusión social en estos hogares ha crecido hasta superar el 54 % en 2017, lo que representa más de 230.000 hogares en esta situación.
“Al ritmo actual de recuperación económica necesitaríamos 22 años para acabar con la pobreza infantil", advierten los responsables del informe.
El informe también hace referencia a los efectos de la crisis en la vivienda. El drama de los desahucios. En España en los últimos cuatro años han aumentado un 3% los hogares con niños y niñas que alquilan vivienda. Son 250.000 familias que antes tenían una vivienda propia. Según una encuesta europea el 13 % de las familias de menos recursos piensa que es probable que tenga que dejar la vivienda por motivos económicos.