Aplicaciones de diferentes redes sociales. Las personas auténticas están menos expuestas a los trastornos de ansiedad / PIXABAY

Aplicaciones de diferentes redes sociales. Las personas auténticas están menos expuestas a los trastornos de ansiedad / PIXABAY

Vida

“Las personas auténticas están menos expuestas a los trastornos de ansiedad”

Los ‘influencers’ pueden caer en el error de crearse un personaje que les acabe provocando graves patologías

4 junio, 2018 00:00

Estar pendiente de las redes sociales puede generar trastornos de ansiedad. En el caso de los influencers la patología puede volverse severa hasta alcanzar adicciones, esquizofrenia o hasta el suicidio. Evitar este tipo de problemas depende, en parte, de lo que se muestre en las redes.

“Puede ser muy peligroso montarse un personaje para las redes diferente a lo que uno es”, explica Júlia Pascual, directora del Centro de Terapia Breve Estratégica de Barcelona. En el caso de los influencers, ese personaje debe resistir el día a día, lo que provoca “desorganización” de la personalidad y la consecuente aparición de síntomas de ansiedad. Ser auténticos, según Pascual, es la mejor forma de evitar caer en trastornos graves.

Aferrarse a la realidad

La psicóloga explica que la diferencia entre un influencer y un actor es que el actor interpreta un personaje y todo el mundo lo sabe. El influencer, en cambio, no demuestra ser un personaje sino que generalmente se muestra como es, aunque esa imagen no sea real.

“Recomiendo a los influencers que hagan el papel de ellos mismos, porque en el mundo virtual va todo tan rápido que construir un personaje constantemente puede generar trastornos como la desconexión de la propia realidad, un síntoma que puede acabar en la esquizofrenia”, asegura Pascual e insta a los youtubers o instagramers a colocar en su perfil una descripción en la que se especifique si son ellos mismos o un personaje. 

Trabajar de 'influencer'

Ser influencer no es sinónimo de ser un personaje. De hecho, cada vez más personas encuentran una forma de trabajar a través de las redes sociales. La pasada semana se realizó en Barcelona el primer encuentro de influencers que pretende consolidar a la Ciudad Condal como punto de encuentro para muchos que han hecho de esta tendencia una forma de vida.

La organizadora del evento, Ángeles Montuenga, explica que Top Influencer tiene por objetivo convocar a personas “con enorme capacidad de transformar la sociedad desde sus dispositivos móviles”. Tal es así, que en el mundo hay más de 20 millones de influencers, lo que les convierte en un importante colectivo que se expone, como otros trabajadores, a diferentes problemáticas.

El círculo vicioso

El influencer comienza a ser susceptible de trastornos cuando su actividad se convierte en un círculo vicioso . Así lo explica Pascual: “Este círculo vicioso y de la despersonalización de la valoración de los demás que te da confianza en un principio, luego te acaba anestesiando hasta que nada te hace feliz, por lo que viven una insatisfacción generalizada que provoca desorganización y en consecuencia ansiedad o depresión”.

La coach dice que lo que suele suceder con la fama es que llega un punto en que “hagan lo que hagan ya no les da el subidón que les generaba al principio, por lo que puede desembocar en complicaciones graves como las adicciones y hasta suicidios”.

La necesidad de gustar a los demás

El comportamiento de buscar la aceptación en las redes no es negativo según la coach. Aunque asegura que cuando es extremo se convierte en aquel círculo vicioso patológico.

La experta se dirige no solo a los influencers sino a todos los que entran en el uso de las redes sociales activamente cuando dice: “Somos mucho más que esos likes que recibimos, esos son sólo chutes de autoestima, que nos gustan a todos”. Y agrega: “Todo ser humano tiene la necesidad de gustar a los demás, porque somos seres sociales”.