Una venta de patrimonio de la Generalitat de Cataluña amenaza un mesón de 1909. Los dueños del comercio centenario Mesón del Café de Barcelona temen que el futuro propietario los "eche" pese a su contrato indefinido. El ejecutivo regional intervenido lo rechaza y recuerda que el arrendamiento del bar-restaurante está blindado.
Antonio Peligros, de 87 años, lleva 65 trabajando en el bufé. "De aquí no me echa ni la policía", avanza al ser inquirido sobre la cuestión de la venta. Explica que a su establecimiento, muy cercano a las sedes del Ayuntamiento de Barcelona y Generalitat en la plaza de Sant Jaume, "ha venido varias veces la alcaldesa, Ada Colau. Se comió un bocadillo de jamón y una naranjada". ¿Le dirá algo la próxima vez que acuda? "Sí. Que si el gobierno autonómico debe tanto dinero a Barcelona, que el consistorio compre nuestro edificio", razona.
800.000 euros por el local más cinco pisos
Si el ejecutivo local sigue el consejo del hostelero, tampoco deberá rascarse el bolsillo. El edificio de planta baja más cinco alturas se subastará por sólo 810.400 euros el próximo 5 de julio. Llegó a la Dirección General de Patrimonio del gobierno autonómico cuando falleció Carlos Romagosa Nebot, nieto del fundador de Mesón del Café. "Fue él el que abrió el café. Y fue su padre el que me contrató. Así empecé, hasta que la familia Romagosa, que era natural de Vilafranca del Penedès (Barcelona), me cedió la explotación", narra Peligros.
Exterior del Mesón del Café, que teme su desaparición por una subasta de la Generalitat / CG
De los cinco pisos que tiene el inmueble, cuatro están ocupados por el negocio. En uno de ellos está la cocina; en otro, el almacén. Los restauradores tienen otro piso para la hija de la familia, que ha tomado las riendas del comercio cuando su padre, Antonio, está "empezando a jubilarse" --mantiene un régimen de semiactividad a sus 87 años--. En el último estudio, de apenas 25 metros cuadrados, vive una señora de 75 años.
"El barrio está con nosotros"
Pese a ser sólo dos inquilinos, los ocupantes del inmueble de la calle Llibreteria número 16 de Barcelona se han levantado en armas. "El barrio está con nosotros. Ya hemos tenido reuniones con los vecinos", han indicado. Antonio avisa que los residentes temen que un fondo de inversión se haga con el activo y les "hagan la vida imposible" hasta que cierren y después, "abran una tienda de recuerdos o algo orientado a turistas". En su caso, se "iría con una mano delante y otra detrás", pues una nueva ordenanza en Ciutat Vella limita la venta y transmisión de licencias. En el global del barrio, se perdería un establecimiento que figura en el Catálogo de Patrimonio Arquitectónico, Histórico y Paisajístico.
Oferta de licores del Mesón del café, abierto en 1909
¿Cómo podría un fondo buitre desalojarlos si tienen un contrato indefinido? "Muy fácil. A los pisos se entra por el mesón. La portería está dentro del bar. Si deciden hacer viviendas, podrían alterar la configuración del espacio y provocar nuestro cierre, o mutilar el espacio. Hay maneras", indica Peligros. El restaurador agrega que no pueden acudir a la subasta y comprar el inmueble porque, al no tener división horizontal, los inquilinos no tienen derecho de tanteo. "Y no disponemos de 800.000 euros para comprar un bloque que hemos reformado de nuestro bolsillo varias veces", ha lamentado.
Generalitat: "Están blindados"
Una portavoz de la vicepresidencia de Economía ha tratado de tranquilizar a los inquilinos. "En el pliego de condiciones de la subasta ya se especifica que los alquileres son indefinidos. Quien quiera que sea el comprador, no podrá rescindir los arrendamientos", ha indicado. La misma fuente ha agregado que el local de los bajos "goza de protección patrimonial", algo que el nuevo dueño del inmueble tendrá que tener en cuenta.
¿Por qué subasta la Generalitat este edificio con un comercio histórico? "Se trata de una herencia intestada: sin heredero. En este escenario, la Generalitat no tiene opción legal salvo vender los activos. Y cabe subrayar que los fondos se destinarán a entidades sociales, tal y como marca la ley. No se inyectarán en la tesorería autonómica", ha añadido la representante. El edificio de Llibreteria número 16 de Barcelona es sólo uno de los 46 activos que saldrán a subasta el próximo 5 de julio. La mayoría son locales comerciales y viviendas.