Eric Schneiderman, exfiscal de Nueva York, en una imagen de archivo

Eric Schneiderman, exfiscal de Nueva York, en una imagen de archivo

Vida

Dimite el fiscal de Nueva York tras ser acusado de maltrato a sus exmujeres

Eric Schneiderman, muy crítico con Donald Trump, ha sido el impulsor de la batalla legal contra el grupo Weinstein por permitir abusos sexuales

8 mayo, 2018 09:52

El fiscal de Nueva York dimite. Eric Schneiderman --el fiscal que impulsó la batalla legal contra el grupo Weinstein por permitir los abusos sexuales-- se aparta de su cargo tras ser acusado de maltrato por cuatro mujeres. A pesar de haber negado haber abusado de ellas, el gobernador Andrew Cuomo le pidió su renuncia.

La revista The New Yorker recogió los testimonios. Se trata de la misma publicación que el pasado mes compartió el Pulitzer con The New York Times por las cobertura de los casos de abuso de personajes reconocidos. El demócrata era una de las figuras públicas más implicadas con el movimiento #MeToo, en el que se denuncian las agresiones sexuales en las redes sociales desde hace varios meses.

Las denuncias

Las cuatro mujeres con las que tuvo relación Schneiderman, coinciden en afirmar que el fiscal les golpeó “repetidamente, muchas veces despuñes de ebeber, frecuentemente en la cama y nunca con su consentimiento”.  

El propio fiscal reconoce que las acusaciones son “serias” aunque niega los hechos. Las mujeres han revelado que llegó a asfixiarlas y que tuvieron que recibir atención medica por los golpes que les daba en la cara. 

Enfrentamiento con Trump

Jennifer Cunnigham, exmujer de Schneiderman, salió en su defensa. Aseguró que las declaraciones de las otras mujeres son “imposibles de creer que son verdad” y explica que la intención del fiscal era volver a presentarse a la reelección de noviembre, aunque su nombre sonaba como posible candidato a gobernador.

El exfiscal ha cumplido siete años en el cargo el pasado mes de enero, y era uno de los más combativos contra las políticas de Donald Trump, del que llego a decir que el presidente, es la mayor amenaza para los neoyorquinos. El enfrentamiento entre ambos es anterior al mandato del actual presidente estadounidense.