Una foto de archivo de perros en la playa

Una foto de archivo de perros en la playa

Vida

Barcelona renueva su playa para perros

El Ayuntamiento repite proyecto por tercer año consecutivo tras la buena acogida ciudadana en la playa del Llevant

3 abril, 2018 17:47

Barcelona volverá a tener una playa destinada a los perros. El Ayuntamiento de Barcelona, dirigido por Ada Colau, ya ha iniciado las obras para adecuar la zona canina en la playa del Llevant de la Ciudad Condal. Esta zona, ubicada en la última playa del litoral barcelonés, antes de llegar al Fòrum, volverá a ser de uso exclusivo para perros por tercer año consecutivo

La iniciativa municipal ha tenido una gran acogida entre los ciudadanos y abrirá sus puertas en junio. Solo el verano pasado, se registraron 18.268 perros durante los cuatro meses de funcionamiento, un crecimiento del 38% comparado con el 2016. Pese las peticiones públicas de ampliar la zona destinada para canes, el Ayuntamiento ha decidido mantener el mismo espacio, que volverá a ser de 1.250 metros cuadrados. El aforo está limitado a 100 animales y de 9 de la mañana a 18 horas, todos los perros deberán pasar un control canino para constatar que son portadores de un microchip. 

Detractores 

Pese a que algunas asociaciones han pedido la ampliación del espacio, otros particulares se han mostrado en contra. Un grupo de vecinos realizó una recogida de firmas para que la playa para perros no volviera al distrito de Sant Martí. El gobierno de Ada Colau, sin embargo, ha decidido seguir adelante, apoyado por los informes favorables realizados por distintos entes municipales: la Agencia de Salud Pública de Barcelona, los departamentos de Gestión, Protección de los animales, Ciclo del Agua, Limpieza y Gestión de Residuos; la empresa Soluciones Integrales para los Residuos, y la Guardia Urbana.

El cierre de la playa coincidirá con el fin del verano y las fiestas de la Mercè, a mediados de septiembre. Además, el consistorio ha recordado la importancia de respetar el espacio que está sometido a constantes controles de higiene. El año pasado no se detectó ningún caso en el que se tuviera que aplicar un protocolo de contingencia de salud pública, ni en el agua, ni en la arena.