"Vendí alta tecnología a la Generalitat y me arruiné". Una pequeña empresa quebró en 2016 tras suministrar una cámara térmica de un millón de euros al Govern. Los sindicatos de Bomberos exigieron recientemente al director general de Prevención, Juli Gendrau, que revele dónde está el dispositivo, que iba adosado a un helicóptero.
El antiguo dueño de Advanced Airborne Technologies (AAT), ya desaparecida, recuerda que el Ejecutivo autonómico adquirió el dispositivo en 2010. Era una de las medidas que adoptó la Consejería de Interior tras la tragedia del incendio de Horta de Sant Joan (Tarragona) en 2009, donde murieron cuatro efectivos antincendios.
"Se hizo una presentación técnica y a Interior le gustó. Se convocó el concurso por 1,1 milllones de euros y la entrega se hizo en 2010. La distribuimos nosotros por medio de la firma que se encargaba en aquel momento de las reparaciones de los recursos de Bomberos: AD Telecom", ha explicado el exempresario.
"Nunca funcionó"
Según ha explicado el emprendedor, él mismo instaló el sistema en el centro de coordinación del cuerpo en Bellaterra. "Era un sistema innovador. Ofrecía geolocalización y una transmisión de vídeo en tiempo real con imágenes infrarrojas para detectar los focos del fuego", ha agregado.
La idea, no obstante, se fue al traste. "Hubo problemas desde el primer momento. Algunos lo achacaban al software. Pero el sistema funcionaba a la perfección en otros dispositivos".
"Nosotros creemos que había un problema con la red de telecomunicaciones. En cualquier caso, el proveedor de helicópteros de Bomberos, TAF Helicópters, y la firma de mantenimiento, AD Telecom, nunca nos dejaron implementar el sistema. Decían que ellos se encargaban".
El dispositivo, según fuentes internas, quedó varado en la frontera de EEUU tras la compra porque tenía un certificado militar. Finalmente pudo importarse, pero AAT acabó desvinculada del proyecto y reclamando deudas de 600.000 euros. La empresa se hundió y su dueño fue casi desahuciado.
Bomberos: "Nunca cumplió las expectativas"
Sin admitir que la cámara nunca funcionó, un portavoz de Bombers de la Generalitat ha explicado que el aparato "nunca cumplió las expectativas depositadas en él". Ha reconocido que "hubo problemas técnicos", pero ha descartado que no se llegara a usar.
Con lo que respecta a su actual ubicación, la misma fuente ha abundado que "se encuentra instalada en un helicóptero en reparación, ya que los vehículos de emergencias tienen que pasar revisiones exhaustivas cada cierto tiempo".
¿Significa ello que la Generalitat tiró un millón a la basura? "En ningún caso. El dispositivo se utilizó, estuvo operativo", ha insistido el representante.
Actualmente y mientras se repara y revisa el aparato --que ya está obsoleto--, el cuerpo "utiliza una cámara nueva, adquirida en 2017, que tiene muchas más prestaciones. Se considera un elemento esencial".
"El suministrador desapareció"
Se suma a la versión de Bombers la empresa encargada del mantenimiento del dispositivo, que subcontrató a la fallida AAT para comprar el aparato.
"AD Telecom fue la empresa adjudicataria para el suministro de una cámara para un helicóptero de bomberos en el año 2010. El contrato incluía cuatro años de mantenimiento que finalizaron en 2014. Sabemos que durante ese periodo la cámara se estuvo utilizando con total normalidad", ha explicado su director.
¿Qué falló? Según AD, nada. "Al finalizar nuestro contrato, la Generalitat sacó un nuevo concurso para el mantenimiento de la cámara del que no resultamos adjudicatarios", ha abundado Antonio Alcayde, gerente.
Con respecto a la quiebra de AAT, Alcayde ha remachado que "fueron abonados todos los pagos acordados, sin que haya existido ningún tipo de impago ni de reclamación por su parte".
"No llegó a volar"
Los sindicatos explican una versión diametralmente opuesta. "La cámara nunca llegó a utilizarse por problemas de programario", sostienen fuentes de la parte social.
"Fue una de las grandes incorporaciones a las emergencias tras la tragedia de Horta de Sant Joan. Pero no llegó a utilizarse. Podemos afirmar con rotundidad que la Generalitat, y más concretamente los consellers de Interior Felip Puig, primero, y Ramon Espadaler, después, no resolvieron el problema".
Según un representante sindical, "la cámara térmica actual pertenece a una aeronave del Servei Català de Trànsit (SCT) que subcontrata Bombers. No ha habido licitación nueva". Este extremo es negado por la dirección del cuerpo.
¿Soluciona ello el problema? "No. Un aparato así no resuelve los problemas estructurales de los bomberos en Cataluña. Cuando hace viento, de noche o con tormenta, el cuerpo pierde mucha operatividad durante un incendio. Hay que tocar más cosas y poner recursos. Una simple cámara no es la solución", ha concluido otro funcionario.