¿Por qué la Generalitat niega el evidente colapso de las urgencias en hospitales y ambulatorios? La Consejería de Salud insistió ayer en que está "garantizando la atención" a los pacientes catalanes. Sindicatos y asociaciones rebatieron la versión oficial y hablaron de "situación límite".
El departamento admitió ayer que las urgencias hospitalarias repuntaron un 19,7% la pasada semana (+14,6% año a año), mientras que los ingresos se incrementaron un 11,1%. En los centros de atención primaria se contó un 62,6% más de actividad, mientras que el dial 061 CatSalut respon gestionó un 15,7% más de llamadas.
Pese a las cifras que denotan una alta intensidad, el departamento, que dirige de forma interina David Elvira por la destitución del exconseller Toni Comín en virtud de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, subrayó que "se está garantizando la atención con una mejor coordinación y por los buenos profesionales".
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, por su parte, rehusó realizar comentarios sobre la situación.
"Al límite"
Comisiones Obreras fue ayer contundente. El mayor sindicato de la sanidad catalana recalcó en conversación con este medio que diversos hospitales catalanes están abriendo más camas ante el auténtico alud de pacientes.
"Pasó en Vall d'Hebron, pero también en Bellvitge, Doctor Trueta de Girona y Arnau de Vilanova de Lleida. Lo triste es que esperaron a activar más camas hasta que la gente, pacientes y trabajadores, no podían más", explicó una portavoz.
Según la misma fuente, "es un problema cíclico y anual, pero no por ello menos grave. Es evidente que el Plan Nacional de Urgencias (Planuc) no ha funcionado. Lo atribuyen al 155, pero el año pasado sucedió lo mismo. En enero de 2017, ¿había 155?".
"Afloran los límites del sistema"
Por su parte, Albert Planes, miembro del Foro Catalán de Atención Primaria (FoCAP) valoró que los problemas de estos días "afloran los límites del sistema sanitario público catalán".
Esos márgenes incluirían "los centros de atención continuada que cerraron con los recortes, lo que impide a la gente desplazarse al ambulatorio más cercano y verse forzada a acudir al hospital", o las "largas listas de espera" para una primera visita, que llegan a los 30 días en algunos CAP.
Bajo su punto de vista, la saturación que se vive en las urgencias de hospitales y ambulatorios "debe servir de acicate para reaccionar a medio y largo plazo".
"Es tarde para hacer algo. Pero visto que cada año ocurre lo mismo, se debería actuar y reforzar la atención primaria. Si un vecino acude al ambulatorio y está cerrado, es lógico que acabe yendo al hospital", ha remachado el también médico de familia.
"Cosas que sí se pueden solucionar"
Preguntado por la cuestión, el epidemiólogo del Hospital Clínic Barcelona, Antoni Trilla, recordó que "de la gripe se puede planificar poco. Sabemos que llegará, que hay que hacer cortes semanales y que se deben activar recursos a tiempo. Pero hay enfermeras que se quejan de falta de jeringuillas. Eso debe poder remediarse".
"El nivel actual de casos de gripe no es preocupante. Sabemos simplemente que ha repuntado más rápido de lo habitual. Pero la próxima semana puede estabilizarse", ha agregado también el investigador del centro ISGlobal.
"Desde el punto de vista de la planificación, poco se puede hacer ahora. La infraestructura no se ejecuta a corto plazo, ni poniendo 10 millones de golpe. Hay que trabajar la concienciación: que la gente sepa que el virus puede provocar fiebre alta, por ejemplo, y no se alarme: reposo en la cama y si persisten los síntomas, al ambulatorio".
"Y que escoja correctamente el dispositivo --ha continuado el facultativo--. Si el 061 o el CAP ven conveniente la hospitalización, finalmente la ordenarán. Pero hay que comenzar por acudir el recurso sanitario más cercano".