Una chapuza del Instituto Catalán de Sanidad (ICS) ha retrasado de nuevo el macroconcurso de diabetes de la sanidad pública catalana. La empresa adscrita a la Consejería de Salud contestó la queja de un licitante al organismo equivocado, lo que ha paralizado de nuevo una adjudicación que se abrió en noviembre de 2016.
Según ha confirmado el propio ICS, el lote uno del suministro agregado de tiras reactivas y medidores de glucosa en sangre está varado en el Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público (TCCSP).
El organismo que comanda Candela Calle ha quitado hierro al asunto, indicando que la licitación parada supone el 0,17% del total. "El resto ya se están proveyendo con total normalidad", ha subrayado un portavoz.
"Contestaron al Tribunal y no a la empresa"
Lo que ha soslayado el ICS es que el lote encallado en el fiscalizador público no se ha adjudicado por una chapuza. "Hubo un recurso de un licitante, Menarini, contra la primera propuesta de contratación del proveedor en el lote 3 del concurso", explican fuentes internas de la aseguradora pública.
"El recurso fue oído por el Tribunal de Contratos. Lo que pasó después --han continuado las mismas fuentes-- es que el ICS se excedió en su aplicación y excluyó a la empresa perdedora también de los lotes 1 y 4, que no habían sido recurridos".
Tras ello, la afectada, Exclusivas Pascual y Furió, se quejó al consejo de administración del ICS mediante escrito formal, aseguran las mismas voces.
"El Instituto, entonces, elevó de nuevo el pulso al Tribunal en lugar de contestar por vía administrativa. Fue un error, porque el TCCSP siempre toma medidas cautelares. De haber resuelto ellos mismos, el Instituto podría haber acelerado el proceso. Ahora se podría encarecer. Y se trata de dinero público", concluyen.
Al Tribunal Superior
Otra de las informaciones que no ha referenciado el organismo de Candela Calle es que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha admitido a trámite la exclusión del concurso de una de las empresas, Exclusivas Pascual.
La sala de lo contencioso administrativo ha dado luz verde a estudiar la resolución que descabalgó a la empresa del lote 3 de la licitación por un recurso de Menarini.
Concurso accidentado
Los dos nuevos tropiezos en el concurso de tiras reactivas son el colofón a un macroconcurso de 55 millones que se le ha atragantado al ICS. La licitación se encalló en mayo en el Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público entre acusaciones de que "las multinacionales salían beneficiadas".
La deficiente ejecución del proceso de contratación se produce tras otro traspié en un concurso clave para el sector: el de oxigenoterapia. Salud anunció en febrero que repetiría la adjudicación de 450 millones tras detectar "deficiencias técnicas" y después de recibir un alud de críticas de empresas y pacientes por elegir a una firma sin experiencia.