Candela Calle
Candela Calle Rodríguez, directora gerente del Instituto Catalán de la Salud (ICS), ha dejado demasiada manga ancha en la gestión de la contratación pública de la gran aseguradora pública catalana. Por acción u omisión, Calle ha permitido que el macroconcurso de las tiras reactivas y medidores de glucosa en sangre, con un valor cercano a los 55 millones de euros, embarranque.
La licitación se ha tenido que repetir y, pese a ello, un contrarrecurso de una de las empresas perdedoras lo mantiene parado. En el ínterin, médicos y firmas cruzan acusaciones de materiales peligrosos para la salud (como el método GOD), presupuestos demasiado ajustados o exclusiones injustificadas.
Desde el sector se tilda de "habitual" la pugna por las grandes adjudicaciones. Ello no es óbice para que 500.000 catalanes, los que la Asociación de Diabéticos de Cataluña calcula que sufren la enfermedad, se encuentren en mitad de una suerte de partido de tenis jugado en tribunales y pasillos del gran proveedor sanitario.
A ello se le suma el recorte presupuestario: la entidad subraya que el concurso del ICS, que comanda Calle, se lanzó con un presupuesto un 40% inferior al de 2012. Y no incluye la monitorización continuada de glucosa (MCD), una de las demandas históricas de los diabéticos catalanes.