La enfermedad ‘mataolivos’ salta de Baleares a la Península sin tener remedio
La ‘xylella fastidiosa’ alarma a los agricultores, que ven peligrar también sus cosechas de viña, cerezos, almendros e higueras
7 julio, 2017 00:00Los olivos, viña, almendros, cerezos e higueras de la península ibérica corren peligro. La enfermedad que se detectó en octubre en Mallorca y que ha afectado ya a más de 200 árboles ha saltado hacia Alicante. La medida de prevención que estableció el Gobierno central, que prohíbe el transporte de material de plantación vivo entre las Baleares y la Península, no ha conseguido contener la plaga en territorio insular.
Se trata de la xylella fastidiosa, una bacteria que puede afectar a más de 300 especies vegetales, y que se transmite por medio de insectos portadores. En Mallorca, ya se han detectado más de 200 casos desde entonces, pero ahora se ha confirmado el miedo de los agricultores peninsulares: ha llegado a la Península la enfermedad, que no tiene remedio.
La solución: talar
“Cuando se identifica un árbol infectado, se tala; no hay solución”, explica Baltasar Martín, el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de las Baleares. “Tendremos que aprender a convivir con la enfermedad”, añade. Los agricultores de Baleares están alarmados, una preocupación a la que se suma ahora la de los payeses peninsulares.
La Consejería de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca de Baleares ha iniciado un protocolo de contención de la enfermedad, con el objetivo de evitar su propagación. Los casos, sin embargo, continúan en aumento. Ahora, ya son 253. Lo que se intenta evitar ahora es que las nueva plantaciones se vean afectadas por la xylella fastidiosa.
La bacteria tiene efectos nocivos sobre los vegetales: las hojas se marchitan, las ramas se secan y las hojas se queman. Aunque los frutos no se infectan, la tala de árboles afecta a la producción.
Los almendros en Baleares
El Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente ha insinuado que la tala masiva de árboles es inminente. Éstas son las directrices que ha dado Bruselas después de la visita de varios técnicos a los campos baleares y de evaluar la gravedad de la situación.
La situación de los almendros baleares ya era inestable antes de la llegada de la xylella fastidiosa. Las sequías y otras plagas ya habían atacado a esta especie, muy común en las islas.