23 de enero de 2014. Sandro Rosell salta por los aires. El presidente más votado de la historia del Barça presenta su dimisión, desaparece del mapa. El hecho coincide con la admisión a trámite de la querella por el ya denominado caso Neymar. Josep Maria Bartomeu recoge el testigo para pilotar un tren cuyas próximas paradas se llaman juzgados. Él es uno de los directivos imputados de la junta actual.
Bartomeu, de hecho, pasará a la historia por ser el primer presidente del Barça investigado por la justicia y acusado de delinquir. Se vio arrastrado por poner su firma en uno de los contratos del fichaje de Neymar.
Un pacto polémico con la fiscalía
El juez lo acusó, junto a Rosell y al Barça, de defraudar 13 millones de euros a Hacienda en el fichaje de Neymar. Era 2015. Los recursos de defensa fueron aceptados y los tres dejaron de ser acusados para ser, de nuevo, investigados, por lo que evitaron el juicio. A Bartomeu se le imputaba un fraude de 1,9 millones en la operación.
El Barça dio carpetazo a la primera parte del caso Neymar tras reconocer un doble fraude y pactar una multa de 5,5 millones de euros. Sólo los directivos Carles Vilarrubí y Maria Teixidor votaron en contra del acuerdo, que además exoneraba a Rosell y Bartomeu, para quienes se solicitaban penas de cárcel. El archivo ocurrió en 2016.
El 'caso Neymar II'
Bartomeu, sin embargo, se defiende ahora de la segunda parte del caso Neymar, derivada de la denuncia del fondo DIS, antiguo propietario del 40% de los derechos federativos de Neymar y a quien no le salen las cuentas del fichaje. Reclama más dinero del que vio.
El presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, aplaude durante el coloquio dentro de los actos de conmemoración del 25 aniversario de la primera Copa de Europa del FC Barcelona, conseguida en el estadio de Wembley en 1992 / EFE
DIS considera que el Barça, los Neymar y el Santos pactaron un precio muy bajo (17 millones, de los que el fondo ingresó el 40%) por el fichaje, mientras que cerraron otros acuerdos por 40 millones de los que no vio nada. En este escenario, el presidente del Barça está acusado de los delitos de corrupción entre particulares y de estafa simulada. Barto se lava las manos y señala a Rosell.
A vueltas con los columbarios
Pero Bartomeu tiene otro asunto pendiente en los tribunales. Acaba de presentar el escrito de defensa por el caso de los columbarios, en el que también está investigado, imputado (junto al Barça y al exdirectivo Toni Freixa), por supuesta estafa a la empresa que debía gestionar el espacio funerario del Camp Nou.
En este caso, Bartomeu vuelve a señalar a Rosell y al entonces vicepresidente económico, Javier Faus, quienes firmaron el contrato primigenio y el primer anexo. Barto puso su rúbrica en el segundo anexo que, dice, en nada modificaba los acuerdos suscritos por sus otrora compañeros de junta.
Son demasiados sismos para un empresario que siempre pasó inadvertido en el mundo de los negocios barceloneses, aunque siempre una sonrisa y asentidos para todos, cumpla o no su palabra. Es socio y consejero delegado de las empresas Adelte Group (soluciones de embarque en puertos y aeropuertos) y EFS (mantenimiento de terminales y equipos electromecánicos).
El 'caso Pujol'
Bartomeu al margen, los líos judiciales siguen en las vicepresidencias del Barça. El responsable del área de relaciones internacionales e institucionales del club, Carles Vilarrubí, está imputado en el caso Pujol por supuesta colaboración con el clan en una trama de blanqueo internacional de capitales. El empresario niega su participación en ninguna trama y mucho menos que se beneficiase ilícitamente.
Carles Vilarrubí, consejero de Fira de Barcelona, accionista de RAC1 y vicepresidente en España de Banca Rothschild, en una imagen de archivo junto a su mujer, Sol Daurella / EFE
Vilarrubí, que acaba de trasladar su residencia a Londres, es el marido de Sol Daurella, la millonaria presidenta de Coca-Cola European Partners. Este empresario siempre se ha movido en los círculos de poder. Cercano a Convergència (amigo de los expresidentes Jordi Pujol y Artur Mas), en julio será relevado del consejo de administración de Fira Barcelona.
Cerca del poder
Vicepreside la banca de inversiones Rothschild España y preside el holding de inversiones CVC Grupo Consejeros y la correduría de seguros Willis S&C. Forma parte de los consejos de administración de Catalunya Comunicació, ONO y Grey Group; es vicepresidente de la Fundación SHE (salud); es miembro del Consejo Municipal del Deporte de Barcelona; vocal del consejo asesor de la patronal Foment del Treball; presidente de honor de la International Jumping Owners; patrón de la Fundación CATmón, y presidente de la Academia Catalana de Gastronomía y Nutrición.
En el pasado, Vilarrubí fue director de la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió, consejero delegado de Tibigardens (Port Aventura) y consejero en Telefónica y Antena 3 TV. Mantiene el 8% de las acciones de Radiocat XXI, la holding que explota las emisoras RAC1 y RAC 105, del Grupo Godó.
Problemas empresariales
Cierra el círculo la ya dimitida Susana Monje, hasta noviembre la responsable de las cuentas del Barça. Se fue por los problemas económicos de su conglomerado empresarial, Grupo Essentium. El Juzgado Mercantil número 9 de Madrid declaró el concurso de Essentium y 23 sociedades controladas por los Monje.
La extesorera del Barça Susana Monje (i.) / CG
En septiembre, el juez ordenó la investigación de Assignia, constructora del Grupo Essentium, por el pago de mordidas a un lobby a cambio de obras en el extranjero.
Finalmente, hay que recordar el lío del directivo Javier Bordas con Hacienda. La Agencia Tributaria pidió una multa millonaria para él y su hermano, Ramón, dueños del grupo de ocio Costa Este, por presunto fraude contra el erario público en la declaración del IVA.