¿Cómo se prepara la policía de las grandes ciudades ante un atentado terrorista?
Reconocer un proceso de radicalización, observar comportamientos extraños y el aprendizaje sobre las armas son algunos de los ejemplos
27 marzo, 2017 00:00El terrorismo yihadista ha puesto en jaque a la policía de todo el mundo. La última semana la violencia ha hecho acto de presencia en Londres. Han habido más: atentados como los de Bruselas, donde 34 personas murieron tras las explosiones del aeropuerto y del metro; Niza, con 84 muertos arrollados por un camión; o Túnez, donde murieron 38 turistas en dos hoteles activaron una señal de alarma en todos los cuerpos policiales a nivel mundial.
Pero sin duda, los atentados que despertaron la mayor alerta fueron los ocurridos en París, Francia. El primero, el 7 de enero de 2015, fecha en la que 12 trabajadores del semanario Charlie Hebdo murieron después de que dos terroristas abrieran fuego contra la sede de la publicación.
Agentes de la policía francesa rodean a dos sospechosos del atentado de Charlie Hebdo / AFP
Otro yihadista mató al día siguiente a un policía, también en París, y asaltó un supermercado 24 horas más tarde, asesinando a cuatro rehenes. También en la misma ciudad francesa murieron 130 personas el 13 de noviembre, tras varios atentados simultáneos en la sala de fiestas Bataclan, el estadio de fútbol Saint Denis y diversos restaurantes del centro.
Formación insuficiente
Fue tras los ataques a la ciudad parisina cuando las policías de todo el mundo reaccionaron y aumentaron su seguridad y la de la sociedad. La European Confederation of Police (EuroCOP) ha recopilado información, que presentará en el mes de mayo y a la que ha tenido acceso Crónica Global, sobre cuáles son las medidas que han implementado los cuerpos policiales, sobre todo, después del ataque a Charlie Hebdo.
La primera pregunta de la EuroCOP a las diferentes policías es si han recibido formación específica en materia de terrorismo. La respuesta general es “sí, pero…”. Y ese pero no es otro que la sensación de insuficiencia que pesa sobre los cursos recibidos en torno al yihadismo. Es el caso de Luxemburgo, donde los agentes han sido formados en materia de protección de los puntos sensibles y en cómo trabajar de forma conjunta con el Ejército. El problema: el aprendizaje era de solo tres horas por policía y por soldado.
Un policía de Luxemburgo en una estación de tren / CG
“Debería haber más formación entre fuerzas: policía, ejército y aduanas, eventualmente” explica a EuroCOP el portavoz de la policía de Luxemburgo. La misma sensación de insuficiencia tienen los policías de Helsinki. Los recortes provocan una falta de recursos en la plantilla, formación incluida, por lo que no han tenido una gran preparación específica contra posibles ataques. “Sin embargo, los planes de emergencia han sido implementados en la ciudad”.
Entreno en el aeropuerto
En Bélgica, los policías se han entrenado para reconocer el proceso de radicalización de los terroristas. Los que prestan servicio en el aeropuerto, además, han formado equipos de observadores para reconocer comportamientos extraños. “Las unidades especiales tienen más formación pero los que trabajan con uniforme no saben reconocer el peligro” advierte el portavoz de la policía belga.
Agentes de policía belgas patrullan la Grand Place de Bruselas, Bélgica / EFE
Lo mismo pasa en España, un país acostumbrado al terrorismo de ETA que se enfrenta a una amenaza nueva. “Nuestra formación es principalmente sobre la concienciación acerca del fenómeno del terrorismo” explican a EuroCOP. “Pero no es suficiente”.
Unidades de élite
Los que mejor se preparan contra un posible ataque son los policías de Reino Unido. Realizan una formación bajo una operación específica que incluye 90 horas de aprendizaje sobre armas de fuego, además de diez horas más de entreno de seguridad personal.
Atenas cuenta con la unidad EKAM (Fuerzas Especiales Represivas Antiterroristas). “En nuestro país hay otras formas de terrorismo nacional manifestado en su forma más extrema y comparable con el islamismo radical” informa el portavoz. Un grupo de élite que evalúa y recopila las investigaciones relacionadas con el terrorismo y está en continua formación.
La unidad especial antiterrorista de Atenas, EKAM / CG
También en Países Bajos consideran que han recibido la suficiente preparación tras una formación específica cada tres meses, con un total de 42 horas al año. “Habilidades, tácticas, conciencia, comunicación, conocimiento de unidades de apoyo… lo más importante es saber cuáles son los posibles escenarios de un ataque terrorista y cómo los afrontarían”.
Una patrulla de la policía holandesa / CG
Desde los ataques de Charlie Hebdo, las policías se han dotado de más equipamiento como nuevas armas, chalecos antibalas, coches blindados y cascos de titanio, entre otros.