“Al menos desde el año 1995, Cinca diseñó una estrategia fraudulenta para apropiarse indebidamente del oro y diamantes pertenecientes a Orfund, la cual comprendía el ulterior blanqueo de los beneficios delictivos”.
Con todo lujo de detalles. Con más de 200 páginas de documentación fidedigna y contrastada que lo avala, el expresidente y fundador de la empresa andorrana Orfund, Joan Samarra Naudí, ha presentado en los juzgados de guardia de El Prat de Llobregat (Barcelona) una devastadora querella criminal contra el ministro de Finanzas de Andorra y ex director general de dicha empresa, Jordi Cinca, y contra su supuesto testaferro, Manuel Terrén, a los que acusa de administración desleal y apropiación indebida.
Samarra ya interpuso acciones penales contra su exempleado hace cinco meses, pero la juez de instrucción número 26 de Barcelona, Roser Aixandrí, a la que recayó el caso, no admitió a trámite la querella por una cuestión de competencia. Aixandrí sugirió que quizá sería la Audiencia Nacional la competente para entender el asunto o, en su caso, los juzgados de El Prat, toda vez que el grueso de la base delictiva que se le atribuye a Cinca habría ocurrido, precisamente, en las instalaciones del aeropuerto.
Lingotes que se pierden
La querella aporta documentos para acreditar que "entre 1997 y 1999, los hombres de confianza de Cinca realizaron un mínimo de 13 viajes a Barcelona transportando lingotes de oro en bruto, con destino inicial a Orfund (Andorra), empresa para la que trabajaba el actual ministro". "Según las notas apreciables en estos documentos --continua el escrito--, salieron 96 lingotes de oro de Abiyán, y se recogieron únicamente 66 en Barcelona, siendo 30 los lingotes de oro desaparecidos. Toda la documentación aportada en la que se refleja dicha contabilidad está firmada por el señor Manuel Terrén Parcerisas, como director de NACI, SA (filial de Orfund). En cada operación salían de Abiyán un determinado número de lingotes, que después se recogían por Cinca usualmente en Barcelona; y finalmente, a Orfund llegarían menos lingotes que los enviados desde Costa de Marfil".
La querella (y los documentos anexos) en la que este medio basa su información revela como Cinca sobornó, incluso, a los mandos policiales del aeropuerto de Abiyán (Costa de Marfil), a los que utilizó, no sólo para sacar lingotes de oro bajo mano, sino para acreditar inyecciones económicas de Orfund en sus filiales africanas que, en realidad, nunca existieron.
Aeropuerto de Abiyán | Aeropuertos online
“Estas acreditaciones de entrada de numerario a Costa de Marfil se realizaban aprovechando viajes de J. Cinca y M. Terrén. Las oficializaban gracias a Laurent, Jefe de Policía del Aeropuerto de Abiyán, quién autorizaba las falsas entradas de los montantes económicos”.
Una trama criminal
Según esta querella, a la que ha tenido acceso Crónica Global, Cinca urdió una trama empresarial y bancaria al objeto de desviar para su propio beneficio reiteradas cantidades de oro (lingotes) y de diamantes fuera del control y de la contabilidad de la empresa para la que trabajaba y de la que llegó a ostentar un 10% de la acciones: Orfund SA.
Esta empresa andorrana se creó en 1994 y se dedicó a la fundición y tratamiento de oro y, de manera secundaria, al comercio de diamantes.
Cinca, el mirlo blanco
Desde su misma constitución, Orfund arrojó beneficios con un volumen de producción que superaba los 30 kilogramos semanales de oro procesado. En 1996, Samarra, al objeto de dar un nuevo impulso al boyante proyecto empresarial, fichó a Cinca, entonces, Conseller General de Andorra. Ahora le acusa de haber hundido la compañía.