"En España ni se forma a los educadores ni se beca a los alumnos superdotados"
- El doctor Javier Berché presenta un libro de ayuda a las familias y alerta de que el 80% de los menores no identificados fracasarán social y académicamente
“El 80% de los niños superdotados entre los seis y los 12 años y que no sean tratados adecuadamente, fracasarán tanto desde el punto de vista social como académico”.
De esta forma se ha manifestado en declaraciones a Crónica Global el doctor Javier Berché, un experto internacional en el tratamiento de niños de altas capacidades que acaba de publicar un libro titulado Guía para padres de niños con altas capacidades (de supervivencia) –ed Ventall-.
40 años de experiencia
El doctor Berché, presidente de la fundación Privada Javier Berché, después de analizar a más de 3.500 niños superdotados (menores que tienen un coeficiente intelectual que se sitúa alrededor de los 130 puntos), considera indispensable la formación de los educadores para abordar la problemática de estos pequeños con capacidades y talentos especiales”.
“La conducta social o antisocial de un niño superdotado solo se desarrollará si hay o no comprensión del adulto”, afirma el doctor. Es por ello que “se ha de invertir de una vez en formación a los educadores, porque resulta indispensable y actualmente no inexiste”.
No es una enfermedad, pero la confunden
Berché recuerda que, aproximadamente, 2 de cada 100 menores de edad tienen “altas capacidades” y su conducta, a veces esquiva, poco social y, a menudo, ausente, se confunde con el síndrome de TDAH. “Se estima que los casos de TDAH –Déficit de atención e hiperactividad- suponen un 3%. Sin embargo, se diagnostica un 33%. “A veces, me llegan a la consulta niños que no sufren ese trastorno, sino que simplemente son superdotados y que llevan años medicándose por un insuficiente diagnóstico y una pésima evaluación”.
El libro que acaba de publicar es una guía para padres de hijos superdotados, a menudo víctimas colaterales de una situación que “lo único que precisa es información, paciencia y mucho, mucho diálogo y comprensión”, afirma el facultativo.
Amor, dedicación y profesionalidad
El doctor Berché se queja, además, del hecho de que el Gobierno adolece de becas para los jóvenes superdotados: “Muchos de ellos son becados por universidades norteamericanas que buscan talento y que se aprovechan de esta situación”.
“Los niños superdotados necesitan mucho amor y comprensión para desarrollar todas sus cualidades y sentirse plenos y felices”, según el profesor Berché. “Si su hijo realiza cualquier garabato –afirma el médico-, y no dice que se trata de un cerdo con alas, nuestra respuesta deber de ser: “Hermoso cerdo con alas, hijo mío, y ¿qué está haciendo?”. La respuesta no puede ser nunca : “Pero hijo, ¿no ves que no existen los cerdos con alas?”.
La mejor medicina, la creatividad
El libro Guía para padres de niños con altas capacidades concluye con un capítulo en el que el profesor Berché arenga a los padres de niños superdotados para que azucen e incentiven su creatividad. Nosotros tenemos que tensar el arco y darle la dirección adecuada a la flecha, que representa nuestros hijos. Aquella flecha la hemos creado nosotros y ha de ser magnífica. No la pueden crear los demás. Nosotros les hemos de dar la dirección adecuada, pero hemos de creer en ellos porque ellos necesitan tal seguridad”.