Cristales sucios de la Ciudad de la Justicia

Cristales sucios de la Ciudad de la Justicia

Vida

La Generalitat escatima en limpieza para la Ciudad de la Justicia

Renueva el contrato a la empresa KLE Servicios Integrales, tras impagos y recortes en su personal

21 julio, 2016 23:56

Los sucios cristales de la Ciudad de la Justicia de Barcelona evidencian la pugna interna que se vive en la empresa que se encarga de su mantenimiento: KLE Servicios Integrales. Sus trabajadores han vivido unos meses intensos por los impagos y recortes y ahora les preocupa la reciente renovación del contrato de la compañía.

“Han fallado hasta cinco veces en el pago en el año y medio que llevan trabajando en la Ciudad de la Justicia”, explica a Crónica Global una trabajadora. Añade que, de los aproximadamente 100 trabajadores que limpian el edificio, solo diez son cristaleros. “Y solo dos de ellos tienen el cursillo para limpiar con la góndola”.

Lista de morosos

Cuando el Departamento de Justicia de la Generalitat abrió el concurso para la adjudicación, no se presentó ninguna empresa, según ha informado a Crónica Global una portavoz del sindicato Comisiones Obreras (CCOO): “La Ciudad de la Justicia hizo unos recortes de entre el 30% y 40% del servicio y, al final, la más barata es la que se la queda”.

Ganó KLE Servicios Integrales, que en aquel entonces tenía otro nombre: Kühn Linaer, cuyo propietario aparece en la lista de morosos de la Agencia Tributaria (AEAT) de diciembre de 2015, con una deuda de 3.734.856,95 euros. Además de la Ciudad de la Justicia, tiene como clientes a los Mossos d’Esquadra, Hacienda y la Seguridad Social, entre otros.

Despidos justificados

“No sabemos si el cambio de nombre se debe a sus deudas”, dice la portavoz sindicalista. Lo que sí asegura la trabajadora de KLE es que la empresa tiene, actualmente, “un presupuesto bajito”. “Con el nuevo nombre, en lugar de cambiarnos de uniforme, quizá nos hagan ponernos pegatinas encima del nombre antiguo”, añade.

La empresa, por su parte, se considera “sensible al descontento de los trabajadores” y asume los despidos como necesarios: “Los recortes presupuestarios obligan a optimizar las plantillas para garantizar la calidad del trabajo y asegurar las contraprestaciones económicas cuando se trata de servicios públicos”.